El agua, la basura y la energía eléctrica, se mancomunan como efectos colaterales en la época del coronavirus. Dentro del accionar de estos servicios, se aúnan problemas ancestrales y promesas que nunca se cumplen.
Ahora es que más se necesita abundante agua potable, que se recoja la basura, sin fuego y sin humo, y que la energía eléctrica llegue sin apagones mayúsculos en las zonas que no son de 24 horas.
Sectores oficiales dicen que el fuego del vertedero a cielo abierto de Duquesa es un sabotaje, que actuaron manos criminales, por sus implicaciones en estos momentos, es de esperar que esas investigaciones se hagan con la mayor profundidad posible.
Si hay manos criminales en estos fuegos de basurales, los responsables deben ser detenidos y sometidos a la justica. Los que prendieron la mecha y los autores intelectuales. En medio de la pandemia, el humo contaminado de Duquesa es un peligro real de muerte.
Duquesa ha sido uno de los dolores de cabeza de todos los síndicos. Es un depósito de basura a cielo abierto, con máximos peligros de contaminación y amenaza de fuegos permanentes, por la combustión de sus gases sin salida.
El fuego sea por sabotaje o producto de la combustión, de lo que no hay dudas es que los vertederos a cielo abierto no pueden existir en una sociedad civilizada. Son fuentes constantes de contaminación, y siempre sus gases pueden provocar un desastre ecológico.
Lo prioritario ahora es apagar el fuego. Nada más terrible que una candelita de basurero. Se ven las llamas y el humo, pero el centro de la energía que lo provoca todo, está en el fondo de esa masa pestilente de desperdicios. Hay que buscar ayuda internacional para controlar este desastre. La humareda está ocasionando problemas pulmonares a muchos dominicanos.
En tiempos de miedo por el coronavirus, un humo pestilente y contaminado que origina problemas en las vías respiratorias, el mismo canal por donde transita la pandemia, es muy peligroso para lograr la estabilidad de los programas de salud. Toca a las autoridades aplicar el control de esta situación y apagar esa llama.
Asimismo, hay una gran escasez de agua. Esto pone los pelos de punta. La principal recomendación de las autoridades es que las personas se laven las manos constantemente. Pero sin agua potable al alcance, es imposible que se cumpla con ese requisito sanitario.
De acuerdo con los datos a mano, las zonas donde hay más escasez es en los barrios marginados, donde por sus mismas condiciones de vida, se hace necesario tener radicales medidas sanitarias. En camiones cisterna, o por la vía más idónea, hay que asegurar agua a los que la necesiten.
No toda la culpa es de las autoridades. Hay que ver que los dos pasados meses han sido de sequía casi total. Se puede economizar el agua, pero también se necesite que circule por las cañerías. La falta de energía viene de viejo, pero en cuarentena, toque de queda y 24 horas en casa es vital que se pueda ver por lo menos la televisión y tener agua fría. Estamos en emergencia nacional, y hay que evitar que colapsen estos tres servicios fundamentales. Apaguen el fuego, Más luz y más agua. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
Comentarios sobre post