A Pleno Sol
Para que la República Dominicana de un salto adelante, se necesita enfrentar y acabar con las exclusiones. Una sociedad de seres apartados del progreso no puede lograr su desarrolla. A lo más que alcanzará es que una eterna capa gobernante se entronice en el poder.
La República Dominicanas conoce en carne viva lo que es la exclusión social y económica, Con una masa creciente de analfabetos y de deserción escolar, el camino hacia el futuro está encharcado. Solo el estudio podrá situar en mejoría económica a las futuras generaciones.
Las jornadas que se han realizado en los últimos años para hacer frente al analfabetismo, no han pasado de ser arietes de campañas electorales que se abandonan al instante. Plantear hoy que ya la mayor parte de la población pasó el trago amargo de no saber leer y escribir, es vivir de espaldas a la realidad.
El abandono y deserción educacional tiene que ser eliminada con un verdadero programa de enseñanza a todos los niveles, pero en especial acabar con el analfabetismo. Los niños dejan de ir a la escuela porque sus padres son desconocedores de que solo el estudio dignifica.
A largo plazo esos excluidos serán parte de los cordones de miseria, la explosión social y la punta de lanza del crimen y la violencia. Para la mayoría, La lucha de hoy es por tener el peso en el bolsillo. Los parámetros ideológicos hace tiempo que están en la nevera.
También es lacerante la exclusión en los programas de asistencia médica. Se ha hecho gran esfuerzo para mejorar la atención en los hospitales públicos, pero hay quejas sobre la ausencia de coberturas y el abandono de instalaciones recién remodeladas. El que no tiene dinero para la consulta privada está a un paso del cementerio.
Es lógico que se origine la exclusión al empleo y al salto adelante, si se carece de educación y de salud. Los gobiernos tienen obligación de mejorar de modo colectivo las condiciones de vida de los dominicanos. Las soluciones individuales solo aumentan los problemas, y amplían la desesperanza.
Para acabar con las exclusiones, hay que emprender una gran unidad nacional. En solitario, ni un partido ni un gobierno podrán hacer nada. En este panorama es un eufemismo pensar en desarrollo, a lo más que se puede aspirar es que la mala y desigual distribución de la riqueza se eternice. Los estallidos sociales llegan cuando se apaga la luz de la esperanza. ¡ay!, se me acabó la tinta.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
Comentarios sobre post