Por Julio A. Muriente Pérez
San Juan, 7 ene (INS).- Mucha gente no la conoce. Algunos quizá tengan una vaga noción de ella. Otros le hemos seguido el rastro desde que fue arrestada en septiembre de 2001 y posteriormente condenada a una larga pena en alguna prisión de “requeté” alta seguridad en Estados Unidos. Sólo entonces salió a relucir quién era Ana Belén Montes, a qué se había dedicado durante más de una década y media, sus antecedentes familiares y otros detalles significativos.
El gobierno de Estados Unidos la ha querido proyectar como una traidora. Pero Ana Belén Montes es una heroína; una extraordinaria heroína. Ella no traicionó al gobierno estadounidense porque nunca le fue leal; todo lo contrario. Su lealtad estuvo con la justicia y al respeto a la soberanía de los pueblos.
Por años se dedicó precisamente a conspirar contra un gobierno que consideraba injusto y violador del derecho internacional. Logró penetrar en las profundidades de —parafraseando a Martí— las entrañas del monstruo y desde allí contribuyó enormemente a obstaculizar o impedir que se materializaran iniciativas ilegales y abusivas contra Cuba. Ella ha sido, en el sentido más alto, una combatiente por la dignidad.
El gobierno de Estados Unidos no le perdona a Ana Belén Montes su eficiencia, su capacidad conspirativa y la transparencia de sus principios y convicciones. Ellos, que no se cansaron de premiar y alabar a su “mujer de Cuba”, tenían a una combatiente de la libertad, la verdad y la justicia en el corazón mismo de la secretaria de Defensa.
No perdonan que una mujer puertorriqueña, hija de militar y nacida ella misma en una base en Alemania, haya logrado engañarles de la forma tan contundente como lo hizo por tanto tiempo, sin cobrar un centavo, movida sólo por sus principios.
Ana Belén Montes representa una gran victoria para nuestros pueblos en lucha y una enorme derrota para el afán hegemónico de Washington. Merece el mayor reconocimiento y apoyo, tras abandonar la prisión en la que ha permanecido aislada e incomunicada, para hacer aún más cruel el castigo al que ha sido sometida durante 20 años.
Poco a poco el pueblo puertorriqueño y otros pueblos, conocerán la hazaña realizada por Ana Belén Montes. Poco a poco lograremos disipar los prejuicios y mentiras propagados por el gobierno estadounidense, para que brille la verdad indiscutida.
Se anticipa que una vez excarcelada, lo que ocurrió el viernes 6 de enero, Ana Belén regresará a Puerto Rico, donde sin duda estará mucho más segura que si permanece en Estados Unidos, donde el fascismo campea por sus respetos. Aquí recibirá muestras incontables de simpatía, solidaridad y, sobre todo, de reconocimiento a su valentía y compromiso. Aquí la iremos conociendo mejor y admirando más.
Bienvenida a tu Patria, Ane Belén. Te esperamos con los brazos abiertos. INS
(El autor es copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano).
Comentarios sobre post