Me ha preguntado un amigo, muy recientemente, por qué se realizó en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña un torneo de ajedrez. Su asombro se origina en el hecho de que una institución cultural, destinada esencialmente a preservar libros y promover la lectura, haya dado cobijo a una actividad de carácter deportivo.
Se trata del tercer Campeonato de Gubernamental de Ajedrez 2022, efectuado el sábado 17 de diciembre, organizado por la Federación Dominicana de Ajedrez. Participaron trece instituciones del Estado y el principal galardón se lo llevó el equipo que representó al Banco de Reservas, recia entidad financiera estatal.
Le expliqué a mi amigo las razones por las que respondí inmediatamente que sí, cuando Pedro Domínguez Brito y Braulio Ramírez, en nombre de la Federación Dominicana de Ajedrez, solicitaron un salón de la importante casa del saber para efectuar la significativa competencia del juego ciencia entre servidores públicos.
El ajedrez -le dije al amigo- desarrolla la capacidad de pensar, pues la parte que con él se ejercita es el cerebro. En el mundo abundan personas, sobre todo jóvenes, que hacen todos los esfuerzos por mantener su cuerpo en forma, para exhibirlo. Ningún músculo humano merece más atención que el órgano donde se originan las ideas.
Es de la ciencia el decir “órgano que no se emplea se atrofia”. El trabajo físico, incluida la gimnasia, hace a los individuos ágiles para la acción corporal. La no ejercitación del cerebro ocasiona torpeza, o sea, lentitud en las funciones relacionadas con el entendimiento y la expresión, las cuales son características propias de la condición humana.
Quienes adolecen de esta situación se inscriben en lo que el poeta y lingüista Pedro Salinas ha considerado cojos verbales. “Hay muchos, muchísimos inválidos del habla, hay muchos cojos, mancos, tullidos de la expresión”. Ese estado lamentable es fácil de prevenir y los remedios están muy alcance. El primero de ellos es la lectura. Y también el ajedrez.
Este juego resulta de poco costo, está libre de los peligros que rodean los lugares de diversión, e incluso los centros deportivos. Estimular la práctica del ajedrez tiene tanta importancia social como promover la lectura. El ajedrez ayuda a desarrollar la función de pensar, la lectura a desplegar la capacidad expresiva. Habla bien quien piensa bien.
En RD abunda la gente desconcentrada y tarda para la expresión, aunque la misma desconcentración lleva a muchos a hablar cosas insustanciales, entre ellos algunos especímenes de la clase política. Por eso he dicho que mientras ocupe la dirección de la Biblioteca Nacional, bajo su techo se alojará el Torneo Gubernamental de Ajedrez.
rafaelperaltar@gmail.com
(El autor es periodista y escritor residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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