Por Antoni Ramón Moreta
Nos llama la atención la amalgama de comentarios, escritos, artículos de periódicos, mensajes en las redes sociales, entrevistas radiales y televisivas que a suscitado el proyecto minero los Romeros ubicado en la provincia San Juan, no es menos cierto que, algunos se expresan con conocimiento de causa, otros solo por repetir lo que escuchan intentado a estar, otros con intenciones altruistas intentando levantar su popularidad de liderazgo sucumbida en el tiempo y el espacio.
Tampoco podemos soslayar que arribamos al umbral de un proceso electoral y la desacertada e insípida costumbre del paternalismo político alimentada de forma frecuente años tras años parece brindar la oportunidad de un tema preponderante para arengar las masas e invitarles a levantarse en favor de una alegada e infundada defensa de los recursos naturales presentando como enemigo a un proyecto que más bien es el aliado más eficaz para reducir los niveles de desbalance económico que lacera esta laboriosa provincia.
Dentro de los argumentos falaces, viles mal intencionados y sin ningún fundamento técnico que suelen promoverse y difundirse por los medios y que a su vez se prestan para confundir a quienes no cuentan con pericia en la materia.
Para despejar toda duda, inseguridad y desconocimiento en torno al Proyecto Romero mostramos a la ciudadanía datos técnicos y coherentes basados en estudios técnicos científicos que podemos probar, sostener y someter a análisis y evaluación que pueden ilustrar de forma veraz:
Desde hace casi una década GolQuest instaló una estación meteorológica en la zona del proyecto, colectando datos 24 horas/día, llevando control de la pluviometría; datos recientes al respecto arrojan unos entre 1,900 a 2,300 mm/año de lluvia. Como información adicional, se tiene constantemente una supervisión y control de parámetros ambientales, usando como referencia no solo la normativa nacional, sino también parámetros internacionales; además de la pluviometría, se realizar revisiones de flujos y caudales de corrientes superficies, parámetros hidroquímicos (pH, oxígeno disuelto, REDOX, controles bacteriológicos, etc. Nos obstante el proyecto romero, de alcanzar la oportunidad de extracción de metales, no contempla el uso de agua del río San Juan, no uso de químicos peligrosos, las operaciones serán desarrolladas de forma subterránea partiendo de ciento cincuenta metros de profundidad, además aclaramos que, mientras no sean realizados los estudios de impacto ambiental, es extemporáneo, desacertado, mal intencionado, alguien con delirio de oráculo del futuro o que tenga complejos de profeta que intenta descifrar eventos del porvenir, no es creíble hablar o escribir sobre impactos negativos al medio ambiente, reitero hasta no contar con los resultados de un estudio de Impacto Ambiental.
Más que impactar, nuestro deber es informar, tomando en cuenta la frase expresada por el fenecido emperador chino Mao Zedong, el que no investiga no tiene derecho a la opinión.
El autor reside en San Juan, República Dominicana).
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