Azua (República Dominicana).- Cientos de personas de esta provincia y la región de Sur del país participaron este sábado en la tercera edición de la «Marcha Patriótica RD-Azua», organizada por el Instituto Duartiano y el Centro Duartiano en esta población, con el apoyo de entidades cívicas y culturales, para demandar de la comunidad internacional que acompañe a Haití a emprender su pacificación y reconstrucción integral.
La marcha, que inició en la plaza Enriquillo, recorrió la calle Emilio Prud’homme y concluyó en el parque Duarte, con un acto que tributó al patricio Juan Pablo Duarte, que contó con las intervenciones de Wilson Gómez Ramírez, presidente del Instituto Duartiano, y Apolinar de León Medrano, presidente del Centro Duartiano de Azua.
Gómez Ramírez dijo que preocupa la situación del vecino país y parece que los organismos internacionales «juegan al tiempo» para que esta crítica situación se extienda a la República Dominicana, con efectos que nadie está en condiciones de predecir.
Señaló que la nación dominicana enfrenta las pruebas más complejas y peligrosas de su existencia histórica, compartiendo el espacio isleño con Haití, que ha devenido en un Estado fallido, colapsado, desvertebrado y sobre todo desahuciado y abandonado por la comunidad internacional.
Manifestó que los problemas de Haití deben ser abordados y superados con urgencia, efectividad y responsabilidad por sus propios ciudadanos y autoridades, pero, como está demostrado, no lo podrán alcanzar sin un esfuerzo de corresponsabilidad de la comunidad internacional.
El presidente del Instituto Duartiano señaló «que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) ni las grandes naciones, no pueden seguir rehuyendo por más tiempo el cumplimiento de sus obligaciones con Haití, que ha tocado fondo en su situación de crisis».
Gómez Ramírez reiteró la denuncia de lo que definió como un crimen de alta inteligencia y ejecución continuada, cubierto por una conspiración de silencio: la brutal violencia que, desatada en Haití, con cada vez mayor intensidad y crueldad por parte de grupos fuertemente armados y financiados desde el exterior y que se encuentran en proceso que procura destruir las pocas estructuras que le quedan a ese país y provocar que su población desesperada, huya más hacia la República Dominicana.
«Se maniobra, en la sombra, para que se complete el proceso de trasladar millones de haitianos para su asentamiento definitivo la parte oriental de la Isla que corresponde a la República Dominicana, y que deben saberlo muy bien los que conspiran, aquí y fuera: los dominicanos nos uniremos como nunca antes, como Duarte», precisó el presidente del Instituto Duartiano.
Indicó que «estamos compelidos a rechazar con nuestro enérgico proceder y actitudes, el discurso mentiroso y avieso que pretende estigmatizarnos como pueblo xenófobo, racista, anti-haitiano, genocida, para agredirnos a mansalva y descalificar nuestras firmes posiciones. No lo hemos sido, no lo somos, ni lo seremos; pero nunca entregaremos a los organismos internacionales ni a las grandes potencias el derecho a esta tierra, ni nuestra identidad de Nación».
La actividad incluyó la interpretación del Himno Nacional dominicano, por Rafael Vólquez y Julio Merán; la invocación al Todopoderoso a cargo del diácono Benjamín Pérez, de la Iglesia Católica Nuestra Señora de los Remedios y el reverendo Jewel Peguero Ramírez, presidente del Ministerio Evangélico Jesús es la Esperanza.
Asimismo, incluyó la lectura de fragmentos de la «Proclama leída por el independentista Rudecindo Ramírez, con motivo del 41 aniversario de la Independencia Nacional, el 27 de febrero de 1885», por Rafael Pérez Canó, de la Universidad Tecnológica del Sur (UTESUR) y tuvo una parte artística, con un recital de versos de Juan Pablo Duarte interpretado por Rafael Vólquez y las agrupaciones «Ramón Madora» y «Azua tiene identidad».
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