Redacción (RT.com).- El partido de la primera liga de Indonesia que este sábado enfrentó al club del fútbol Arema FC con el Persebaya Surabaya, que venció por 2 a 3, desembocó en fuertes disturbios que dejaron más de un centenar de víctimas mortales y un número similar de heridos.
Los hechos ocurrieron en el estadio de Kanjuruhan, en la regencia de Malang (provincia de Java Oriental), informa la cadena local tvOne.
Según el último recuento de las víctimas de la tragedia, 125 personas murieron, aclaró el jefe de la Oficina de Salud del Distrito de Malang, Wiyanto Wijoyo, quien antes había estimado el número de los fallecidos en 180 y el número de heridos en 191. La Policía local había informado de 129 fallecidos en un primer momento.
Algunos perdieron la vida dentro del estadio en medio de empujones, pisoteos y por asfixia, mientras que otros fallecieron al llegar a los hospitales.
La situación se desbordó cuando el árbitro pitó el final y miles de hinchas del Arema FC irrumpieron en el campo. Los aficionados lanzaban bengalas y otros objetos, por lo que los agentes de Policía tuvieron que recurrir al gas lacrimógeno, precisa la agencia local Antara Jatim.
El presidente indonesio, Joko Widodo, expresó sus condolencias por la tragedia en el estadio y ha decretado investigar la situación «a fondo». Además, el mandatario ordenó a la Asociación Nacional de Fútbol suspender la Liga 1 «hasta que se lleve a cabo la evaluación y la mejora de los procedimientos de seguridad».
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