Una idea es igual a un mensaje. Un mensaje es igual a una frase, que para ser bien comunicada, hay que dedicar tiempo a pensar. Porque, quien bien comunica siempre acaba triunfando, rezan varias máximas. De ahí la importancia de la persona vocera de la comunicación estratégica institucional de nuestras empresas y organizaciones: el relacionista público o la relacionista pública; especialista en comunicar y dirigir; líder de opinión, que tiene entre sus múltiples funciones, crear correctas alianzas con las audiencias.
Es el o la gerente que ejecuta la política comunicacional amparado entre otros aspectos y productos, en su amplia cultura universal; especializaciones, perfil de empleado y competencias operativas. Desarrolla actividades para mantener la reputación de la institución pública, privada y organización sin fines de lucro.
Siempre amparado en valores universales como la verdad, solidaridad, responsabilidad, transparencia…, con los que puede accionar de manera oportuna ante crisis de nombradía. Gracias a su vasta formación académica en distintas ramas del saber, como la Comunicación Social, Marketing, Relaciones públicas.
Además de lo organizar conferencias y ruedas de prensa, gestiona entrevistas en medios tradicionales y modernos; escribe y coloca en los mass media, artículos; actualiza contenidos en las distintas plataformas digitales, también, debido a su ojo avizor y creatividad, utiliza diversos mecanismos para mejorar la reputación de la institución, organización o empresa privada en la que ofrece sus servicios, porque conoce y asume su rol de responsable de comunicaciones estratégicas; de Relaciones Públicas.
Al mismo tiempo, gestiona el protocolo institucional; políticas públicas en favor de la salvaguarda de derechos fundamentales, abrazando la misión, visión y objetivos estratégicos de las instituciones. Por tanto, este puesto nunca debe ser ocupado por una persona intrusista, sin duda su llegada no fortalecerá a la institución donde esta arribe, debido a los yerros frutos de sus carencias en competencias profesionales y valores humanos.
En cambio, una persona que ejerce las Relaciones Pública, la comunicación estratégica, tiene la cualidad de saber escuchar e integrarse fácilmente dentro de una organización; se adapta a distintos públicos y escenario, diariamente, porque, esta ciencia de las Relaciones Públicas, implica comunicarse con los diferentes medios de comunicación, a través de los diversos canales existentes, ya sean tradicionales; comunicación offline o modernos; online. Entonces, es quien construye la imagen corporativa.
Una construcción basada en la comunicación eficaz, estrategias: habilidades, tácticas, técnicas, métodos, objetivos y acciones planificadas. El relacionista público o la relacionista pública, es una persona que vive en constante investigación. Por esta razón conoce qué estrategias corporativas debe abordar. Además de hacer permanentemente uso intensivo de las estrategias de información, educación y comunicación (IEC), para promover la difusión y comprensión de los mensajes relacionados con su institución.
Es quien facilita la relación de la institución con los medios de comunicación, mediante una adecuada gestión de la información, persona altamente creativa y funcional; rasgos que expresa en las ideas y la difusión de valores, en cada contenido técnico de los mensajes, con los que, mantiene invariablemente informada a la ciudadanía, con esas acciones de motivación que informen, sensibilicen y empoderen a la población. ¡Quien tiene un personal con este perfil debe valorarlo!
Porque, también, crea conciencia del papel de la institución, al comunicar la importancia que reviste para la población; sus logros y los beneficios que aporta a la gente. Al ser un recurso humano metódico; cientista social y político, presenta el trabajo que desarrolla la institución, basado en planes estratégicos y operativos o planes de acción, que previamente elabora y gestiona y supervisa. Siendo estos su guía en el accionar diario para alcanzar los objetivos y metas propuestas.
Por eso, prevé que la institución ofrezca información a sus públicos, y a los medios de comunicación, luego de procesarla adecuadamente, para desarrollar intervenciones oportunas, eficaces y pertinentes. Al tiempo que propicia que su empresa, trabaje en el ámbito de la comunicación en estrecho vínculo con instituciones homólogas. Es decir que el comunicador-ra estratégico-a, prepara la institución para exponer su trabajo de manera oportuna, siempre absteniéndose de mentir o decir algo que no quiere que se divulgue o se tome a la ligera.
A nivel interno y externo, firmemente vela por la buena imagen de la institución ante la opinión pública, así como, por la buena relación entre la audiencia, como una forma de comunicación bidireccional, que además de dirigirla a su público, lo escucha y acciona para atender sus necesidades. Este profesional gestiona variadas funciones: informa a la población, persuade e integra a las personas, para acrecentar confianza y apoyo mediante el programa de comunicación, destinado a brindar información eficiente y oportuna.
Sus habilidades, valores y actitudes, con perfil de empleado del Siglo XXI, son vitales para fortalecer la filosofía y lograr los objetivos institucionales. Es la mente y manos operativas de la comunicación; con sus acciones previene o gestiona de forma pertinente ante una crisis, siempre haciendo hincapié en la protección de la reputación institucional. ¡Honramos al profesional; a la persona relacionista pública!.
Hasta pronto
santosemili@gmail.com
(La autora es abogado y periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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