Los candidatos presidenciales han abierto la lucha proselitista en torno a la ayuda y asistencia dentro del coronavirus. Un desacierto y una falta de táctica política. El momento es de sobrevivencia, no de estar haciendo partidarismo.
Por igual, los tres principales candidatos han mordido el anzuelo de tratar de conseguir votos en base a la ayuda que puedan dar a los necesitados en medio de la pandemia. Es bueno que hagan el esfuerzo de ayudar a toda la comunidad, pero eso debe ser sin tener la acción como punta de lanza con miras a las venideras elecciones.
Gonzalo Castillo, Luis Abinader y Leonel Fernández deben meditar y comprender que el momento no es de sacar provecho político, sino de tratar de contener esta pandemia, que está generado decenas de muertos y afectados, al tiempo que sepultó la economía dominicana.
Lo primero es salvar vidas. Aplaudimos la ayuda y las críticas que se puedan hacer cuando se considera que no se sigue el método apropiado de trabajo, en lo que se refiere a la etapa científica. Debe darse una unidad nacional para enfrentar la pandemia. Luego que cada cual siga su camino político.
Los dos principales partidos de la posición tienen en sus cuadros dirigenciales a prestantes médicos y científicos que pueden dar buena colaboración a las autoridades. Hay desde exministro de salud, a reconocidos médicos cuyo concurso en esta hora debe ser de primer orden.
De seguir este brote epidémico, nadie tiene la seguridad de que seguirá vivo. Aquí se terminan las diferencias sociales, políticas, económicas y profesionales. Todos podemos ser afectados. Todos podemos ir a un centro de refugio. Todos podemos morir.
Debe darse una gran concertación de los médicos de todos los sectores políticos y del Colegio Médico Dominicano. También hay que integrar a los trabajadores sociales, y a todos los que puedan dar sus buenos oficios para ayudar en la crisis de abastecimiento de alimentos y de educación para que las personas usen las mascarillas y permanezcan aisladas.
Si no hay acuerdo de trabajo común, unido, entre todos los dominicanos, este momento sumamente delicado no se va a poder superar. Las autoridades son las principales responsables en conducir la lucha contra la pandemia, pero también es una obligación de todos. Vamos a salvar a los dominicanos, que nunca como antes su vida ha estado en tan grave peligro.
Ya habrá tiempo más que suficiente para poder relanzar la campaña con miras a las elecciones congresuales y presidenciales, que deberán de tener lugar antes del 16 de agosto. Se deben poner todos los partidos de acuerdo en la nueva fecha electoral. Julio podría ser un buen mes para ello.
Sin unidad y propósitos comunes no podremos sobrevivir como personas, como entes sociales, como dominicanos, por lo que desde ya se debe afincar la unidad nacional y comprender que el partidismo volverá a su tiempo. Es la hora de salvar vidas, de salvar nuestra vida. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
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