Santo Domingo (República Dominicana).- Las remesas, el turismo y la inversión extranjera directa serían las actividades económicas más impactadas de manera negativa en República Dominicana, ante una posible recesión económica o si se mantiene a nivel mundial el aislamiento social por más tiempo del previsto debido a la propagación del Coronavirus.
La proyección fue hecha por el Observatorio Político Dominicano (OPD) en un estudio titulado “Impacto económico del COVID-19 en República Dominicana y acciones para paliar la crisis”, en el cual además se proponen acciones para paliar la crisis sanitaria que también podría generar una disminución en las actividades de exportación, situación que agudizaría la crisis económica.
El informe de la entidad que es una iniciativa de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), destaca que una reducción importante en los ingresos de divisas podría provocar un desequilibrio mayúsculo en la balanza de pagos, en las reservas internacionales y en la capacidad de pago en monedas extrajeras, es decir, en el pago de la deuda externa.
De acuerdo con el análisis del OPD-FUNGLODE, autoría de la Unidad de Políticas Públicas de la entidad, las reservas internacionales del país se encuentran en torno a US$9,300 millones, equivalentes a 4.9 meses de importaciones y el 10.1% del PIB, lo que significa que el mercado de divisas tiene recursos suficientes para satisfacer las necesidades cambiarias.
En cuanto al turismo, el informe arroja que dado el cierre total de la actividad turística del país se ven afectados todos los empleos directos que genera ese sector, más de 350.000 directos e indirectos; además de que impactará al sector agropecuario, que dejará de contar con una importante cuota de su demanda de la compra US$870 millones que hace el turismo a esta industria.
El OPD-FUNGLODE, en el “Análisis del impacto económico del COVID-19 en República Dominicana y acciones para paliar la crisis”, recomendó al Gobierno implementar algunas políticas públicas que contribuirán con la mitigación de la crisis, entre las que se encuentran extender el aporte económico de RD$8,500 a los trabajadores informales de la economía y acordar con las entidades públicas y privadas el salto de al menos tres cuotas en los servicios de energía eléctrica, agua potable y telecomunicaciones que pagan las familias.
Además, en el estudio, el coordinador de la Unidad de Políticas Públicas del OPD-FUNGLODE, Greidys Roa Chalas, y un equipo de seis investigadores, recomendaron también que se amplíe la red de farmacias públicas y el programa PROMESE para suministrar medicamentos prescritos que requieran las familias pertenecientes al quintil más pobre y los que han perdido sus trabajos a causa de la pandemia, asumiendo el Estado la responsabilidad del pago total durante el periodo de cuarentena.
También exhorta a que se congelen los precios de los productos alimenticios de la canasta básica y los farmacéuticos, para evitar la especulación y la inflación; la solicitud de los organismos multilaterales a una renegociación del servicio de la deuda del año 2020 y el incremento del presupuesto del sector salud, trasladando partidas presupuestarias desde otros sectores incluidos en el presupuesto nacional, para equipar debidamente a los hospitales y al personal médico.
La organización sugiere además que se otorgue una gracia de tres meses al pago de capital e intereses de los préstamos del Banco Agrícola y PRO-MYPIME, la reorientación del ahorro causado por la baja en los precios del petróleo al subsidio de trabajadores informales a través de la tarjeta de solidaridad y la extensión de las facilidades financieras y fiscales a los Operadores de Tour nacionales e internacionales que enfrentan masivas cancelaciones de reservas.
Los hallazgos más relevantes de la investigación reflejan que las actividades económicas del país también se verán afectadas significativamente en otros sectores, como el mercado bursátil, los precios de los productos farmacéuticos y de la canasta básica y la economía informal, los cuales tendrán una repercusión desfavorable en el presupuesto de las familias y su calidad de vida.
La investigación del OPD-Funglode agrega que el impacto del COVID-19 en las aerolíneas tiene repercusiones negativas en la República Dominicana, ya que desde que entró el Estado de Emergencia, a partir del jueves 19 de marzo, hasta el 27 de marzo el tráfico aéreo había disminuido hasta un 91%, pasando de un estimado de 70 viajes diarios a sólo seis viajes desde la nación dominicana hacia el mundo.
De igual forma, el análisis prevé que el sector externo experimente una reducción en la captación de divisas durante el 2020 en comparación con el 2019, generada principalmente por fugas de capitales, incertidumbre de los mercados bursátiles, fortalecimiento del dólar y una reducción de la demanda mundial.
Roa Chalas y su equipo relata que la situación que enfrenta el país pudiera tener impacto negativo en los precios de diversos productos, debido a que el período de distanciamiento social ha provocado un incremento significativo en la demanda de varios artículos, impulsado por el temor de las familias a quedarse sin alimentos.
Otros dos aspectos en los que hace énfasis la investigación es que el Estado debe estar preparado para afrontar un nivel de déficit más alto de lo estipulado en el Presupuesto Nacional de 2020 de 2.3% del PIB y aplicar medidas que les permitan asegurar el consumo minino de las familias de los trabajadores informales más allá de los alimentos, ya que estas personas también necesitan liquidez para pagar sus medicamentos prescritos, los servicios de gas, luz, agua, telecomunicaciones y el techo donde viven en caso de que sea alquilado.
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