Santo Domingo, 1 may (INS).- Cientos de obreros acompañados de líderes sindicales realizaron este domingo una manifestación para conmemorar el Día Internacional del Trabajo, en la que fijaron posiciones sobre los temas que mantienen enfrentados a gremialistas y empresarios en la mesa de las negociaciones.
Los representantes de las principales centrales sindicales se pronunciaron sobre la reforma del Código de Trabajo y la modificación del derecho a una cesantía, la reformulación del sistema de pensiones, la resolución que otorga derechos a las trabajadoras domésticas, el derecho a formar sindicatos en las empresas y el establecimiento de la atención primaria.
“Estamos aquí para decir no a los empresarios que quieren quitarnos la cesantía”, afirmó Gabriel del Río, presidente de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC), quien reclamó que el derecho a la cesantía en el nuevo Código de Trabajo no sea quitado.
“Al contrario, aspiramos a que se logre un Código que pueda permitirnos a nosotros avanzar”, señaló el reconocido defensor de los trabajadores.
En ese contexto, Jacobo Ramos, presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), llamó a la unidad de las fuerzas sociales y de todos los obreros de la República Dominicana, y les pidió no disgregarse, porque esa es la oportunidad que, según él, “están esperando los enemigos de los trabajadores para hacer sucumbir las conquistas laborales”
Durante el acto, Rafael “Pepe” Abreu, presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), explicó que los líderes sindicales han preferido dialogar y por eso han acudido a todas las mesas de conversación a las que se les ha convocado, pero advirtió “que nadie se equivoque y confunda esto con debilidad”.
Dijo que el ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, les aseguró que no hay propuesta por parte del gobierno que atente contra la cesantía laboral.
Las tres centrales expresaron que se mantendrán firmes y unidos “frente a los deseos manifiestos de sectores empresariales de cercenar derechos adquiridos de los trabajadores en el Código Laboral, que en la fecha cumple 30 años de su promulgación”.
Indicaron que la Ley de Seguridad Social “no puede funcionar cuando más del 45% de los gastos de salud es cubierto por el bolsillo del ciudadano, uno de los más altos en América Latina”.
Contrario a décadas pasadas, este día los obreros nacionales no hicieron aglomeraciones multitudinarias ni se movilizaron en las calles y sólo se limitaron a usar las redes sociales y otros medios de comunicación para exigir de las autoridades gubernamentales y del empresariado nacional el cumplimiento de varias conquistas laborales, como la cesantía y aumentos salariales.
La conmemoración del 1 de Mayo tiene su origen a finales del siglo XIX, cuando los trabajadores hacían jornadas de 12 a 18 horas en el contexto industrial de grandes fábricas. En Estados Unidos, el movimiento obrero iba creciendo y reclamaba la máxima de “ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho horas de ocio”.
Ya en el año 1868, el presidente Andrew Johnson aprobó la jornada de ocho horas en la ley Ingersoll para algunos obreros, como los de obras públicas o los empleados de oficinas laborales, no así para los servidores de las fábricas.
La ley contó con el rechazo de los patrones y algunos estados establecieron cláusulas que permitían aumentar la jornada laboral. Por ello, la creciente importancia del movimiento obrero se materializó el 1 de mayo de 1886, cuando se convocó a 307 manifestaciones a las que se unieron 88 mil trabajadores en Chicago, en ese momento segunda ciudad estadounidense más poblada.
Las manifestaciones se sucedieron en los siguientes días, pero también los altercados. El 4 de mayo, la Policía asesinó a ocho manifestantes después de que un explosivo hubiese acabado con la vida de siete miembros de las fuerzas de seguridad. INS. INS
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