Noticias (ONU).- Según los números presentados este miércoles por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, durante los dos primeros meses del 2022 se notificaron cerca de 17.338 casos de sarampión en todo el mundo frente a los 9665 de los dos primeros meses de 2021.
Ante este rápido aumento de la enfermedad y la alta capacidad de contagio que posee el sarampión, las dos agencias advirtieron que los casos tienden a aparecer rápidamente cuando los niveles de vacunación disminuyen.
La caída se produjo principalmente por tres factores: las alteraciones causadas por la pandemia, el aumento de las desigualdades en el acceso a las vacunas y el desvío de recursos.
Al mismo tiempo, los dos organismos mostraron su preocupación ante la posibilidad de que esta situación no se convierta en el preludio de otros brotes que no se propaguen tan rápidamente.
Otros factores que también podrían contribuir a un posible brote de enfermedades prevenibles mediante vacunación son el desplazamiento de millones de personas por conflictos y crisis, como los de Ucrania, Etiopía, Somalia y Afganistán, la falta de agua potable y saneamiento y el hacinamiento.
La mayoría de los casos se registran en África
Con todo, el problema con la vacunación infantil de algunos países no empezó el año pasado. Si nos remontamos dos años atrás, en 2020, unos 23 millones de niños no recibieron las pautas de vacunación básicas, la cifra más alta desde 2009 y 3,7 millones superior a las registradas en 2019.
Las dos agencias informaron que entre el mes de abril actual y el del año pasado se han producido 21 grandes brotes de sarampión en todo el mundo. La mayoría de los casos de sarampión se registraron en África y la región del Mediterráneo oriental.
Los países con los mayores brotes de sarampión desde el año pasado son Somalia, Yemen, Nigeria, Afganistán y Etiopía.. La insuficiente cobertura de la vacuna contra el sarampión es la principal razón de los brotes, dondequiera que se produzcan.
73 millones de niños en peligro de contraer el sarampión
A 1 de abril todavía siguen aplazadas 57 campañas de vacunación contra enfermedades prevenibles que estaban previstas desde el inicio de la pandemia. Esta situación afecta a unos 203 millones de personas, la mayoría de ellos niños.
Entre las operaciones aplazadas, 19 corresponden a campañas contra el sarampión, lo que deja a 73 millones de niños en peligro de contraer la enfermedad ya que no pueden vacunarse.
A modo de ejemplo, la campaña ucraniana de vacunación del sarampión de 2019 se interrumpió por la pandemia de COVID-19 y, posteriormente, debido a la guerra.
Las campañas de rutina y de recuperación son necesarias siempre que sea posible el acceso para ayudar a garantizar que no se repitan brotes como los sucedidos entre 2017 y 2019, cuando hubo más de 115.000 casos de sarampión y 41 muertes en el país, lo que supuso la mayor incidencia de Europa.
Las dos agencias recuerdan que una cobertura equivalente o superior al 95% con dos dosis de la vacuna puede proteger a los niños contra esta enfermedad.
«El sarampión es algo más que una enfermedad peligrosa y potencialmente mortal. También es un primer indicio de que existen lagunas en nuestra cobertura mundial de inmunización, vacíos que los niños vulnerables no pueden permitirse», dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
«La pandemia de COVID-19 ha interrumpido los servicios de inmunización, los sistemas de salud se han visto desbordados y ahora asistimos a un rebrote de enfermedades mortales como el sarampión. En el caso de muchas otras enfermedades, las repercusiones de estas interrupciones de los servicios de inmunización se dejarán sentir durante décadas», dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud.
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó que «ha llegado el momento de retomar” la vacunación esencial y lanzar campañas de reactivación “para que todas las personas puedan acceder a estas vacunas vitales.»
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