Santo Domingo, 15 abr (INS).- La Iglesia católica en su acostumbrado Sermón de las Siete Palabras con motivo de la celebración del Viernes Santo, aprovechó el momento para lanzar críticas por los males sociales que afectan a la República Dominicana, como los abortos, la expansión de la pobreza y la acción depredadora del erario.
Ante cientos de personas que acudieron hoy a la Catedral Primada de América, el obispo auxiliar de Santo Domingo, José Amable Durán Pineo, estuvo a su cargo la primera palabra: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
El religioso señaló que Jesucristo todavía “es traicionado, humillado y crucificado en los millones de niños no nacidos”.
“Porque han sido cruel y vilmente asesinados en el vientre de sus propias madres. O tantos tratados como simple objetos de experimento”, agregó Durán Pineo que también atacó las violaciones sexuales a niños y adolescentes y las mujeres son vendidas o asesinadas.
Por igual, clamó por los pobres y pidió orar por los presos que viven en condiciones inhumanas y porque se acaben las injusticias “de los depredadores del erario” y los que “engordan” evadiendo impuestos.
En el Sermón de las Siete Palabras se reflexiona sobre las plegarias que Jesucristo pronunció en la cruz y los Viernes Santos son meditadas y actualizadas a la vida social del pueblo dominicano.
Durante la lectura de la segunda palabra, monseñor Faustino Burgos Brisman pidió a no rechazar a los trabajadores informales nacionales o extranjeros que buscan oportunidades de integración en la sociedad.
Como parte del sermón “Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”, dijo que estos trabajadores, que son incluso jóvenes recién salidos de la universidad, son quienes realizan lo que se suele denominar “el trabajo de las tres dimensiones: peligro, sucio y degradante” y que muchos de ellos ni sus familias no son incluidos en programas nacionales de promoción, prevención y atención así como en los planes de protección financiera y de los servicios psicosociales.
“Se hace urgente y necesario encontrar salidas dignas y regulares y a las repercusiones personales que se esconden tras la negación de los derechos sociales. Hay que proporcionar a la familia, ente focal de nuestra nación, las oportunidades necesarias que le ofrezcan estabilidades social”, dijo Burgos.
La tercera palabra, “Mujer, he ahí tu hijo. Hijo, he ahí tu madre” fue comentada por monseñor Francisco Ozoria Acosta quien invitó a los cristianos a reconocer la maternidad de la Virgen María e imitar sus acciones.
“Todos nosotros, los discípulos de Jesús, tenemos que reconocer esa maternidad de María y sentirnos amados y cuidados por ella como sus hijos”, expresó durante su intervención.
Ozoria Acosta, quien es el arzobispo de Santo Domingo, llamó a una contemplación de estas palabras en doble vía, una primera vía de una acción de la madre al hijo y una segunda del hijo a la madre.
El obispo Ramón Benito Ángeles Fernández, al leer la quinta invocación de Jesús, “Tengo Sed”, dijo que muchas personas “buscan en la música estruendosa, el baile descontrolado y en el vacilón, la felicidad que no encuentran en su vida diaria”.
Destacó que muchas personas están buscando en los lugares equivocados la medicina que cure el alma. “Hay personas que buscan en la iglesia un escape para sus problemas, estas quieren una adoración que les ayude a desconectarse del mundo no una que los ayude a confrontar las situaciones difíciles en el momento y en el nombre del Señor”, señaló.
Asimismo, indicó que “nuestro país vive momentos amargos que muchas personas desean escapar de la realidad, por eso tantas gentes abusan del alcohol, de las drogas ilegales y de los medicamentos recetados”. INS
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