Santo Domingo (República Dominicana).- El economista Miguel Ceara Hatton reclamó al Gobierno explicar las razones por las cuales adquirió una importante cantidad de productos médicos con precios excesivamente altos, con diferencias de hasta 12 veces entre la oferta más económica y la más elevada.
Ceara Hatton afirmó que si se hubieran aplicado los precios mínimos por productos de las 16 empresas adjudicadas, el ahorro del Estado habría sido de 617 millones de pesos, al tiempo que se preguntó por qué no les compraron a las empresas que tenían los mejores precios.
El también secretario de políticas públicas del Partido Revolucionario Moderno (PRM) comentó que si se considera una empresa adicional que no fue adjudicada que participó en 9 productos y competía en precios en 5, el ahorro total hubiese sido de RD$934 millones.
Ceara Hatton citó el caso de los gorros descartables, donde la asignación fue adjudicada a dos empresas: Group Z Healthcare Products Dominicana, que ofertó a 2 pesos con 95 centavos; y a Support Solution Nuguer, que ofertó a 35 pesos cada unidad.
Se preguntó por qué para un mismo producto había precios de ventas muy diferentes y a todas se les asignaron compras, como en el caso de los guantes de látex, donde los precios fluctuaban entre 307.00 y mil 239 pesos, a pesar de que la oferta más económica garantizaba toda la asignación.
En el caso de los guantes de examen de látex Nitrilo, el economista dijo que la diferencia de precio entre el más bajo y el más alto es de 5.8 veces, al variar de 263.00 a 2 mil 15 pesos.
Ceara Hatton se refirió también a las mascarillas descartables, donde participaron varias empresas que sometieron precios desde 454.00 hasta 3 mil pesos, y donde también se decidió comprar a todos los oferentes por igual. La misma situación se produjo con las batas quirúrgicas, donde el precio más bajo era 118 pesos y el más alto mil 534.
Dijo que de acuerdo a los datos disponibles, el gobierno tiene que explicar y documentar por qué no compró a los precios más económicos. Hay empresas que de manera individual expresaron que tenían productos para sostener una oferta más amplia a precios relativamente bajos.
“Se puede entender que existan diferencias de precios en el tiempo, pero resulta incomprensible las grandes diferencias de precios unitarios para un mismo producto, en la misma licitación y que el gobierno hiciera un combo entre todas ellas, comprándole a todas, más aún cuando algunas compañías expresaron que tenían productos”, expresó Ceara Hatton.
Agregó que si se hubiera comprado al precio más económico, las batas quirúrgicas estéril desechables le hubiera costado un 54% menos, los gorros descartables un 44% menos, los guantes de examen un 53% menos, el overoll impermeable hubiese salido en un 43% menos, entre otros. “Esto debe explicarse”.
En cuanto al manejo de la licitación, Ceara Hatton indicó que varias interrogantes que deberían ser debidamente aclaradas, entre ellás ¿por qué para un mismo producto hay tantas diferencias de precios en empresas adjudicadas?, y por qué no se compró al precio más bajo?.
Por otra parte, el también profesor universitario saludó la designación de una comisión de veeduría, pero cuestionó que personas que reciban ayudas o le vendan cualquier tipo de producto al gobierno sean miembros de la misma, porque no se puede ser juez y parte, y estimó que lo que el país necesita hoy es transparencia e institucionalidad.
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