Por Verónica Reynoso
Santo Domingo (República Dominicana).- Las cenizas de Bartolo Alvarado «El Cieguito de Nagua», serán trasladadas a su natal República Dominicana cuando las circunstancias lo permitan, aseguraron sus familiares.
El Cieguito de Nagua, falleció de un paro cardíaco. Padecía neumonía y cinco días después de su muerte, la familia fue informada que dio positivo a la prueba del COVID-19.
En New York, donde residía, se dializaba tres veces por semana por problemas renales.
Pese a la hipertensión y sus problemas renales, el connotado acordeonista se mantenía al tanto del devenir de su patria.
Testimoniando su familia con el entusiasmo y el corazón agradecido que vivía cada homenaje que recibía, cuando fue homenajeado por Centro Cuesta Nacional en el proyecto ¨Orgullo de mi Tierra María Trinidad Sánchez¨, quiso conversar con Edilenia Tactuk para darle las gracias.
Además, el intérprete de¨El Diente de Oro¨, también se sintió muy halagado cuando el año pasado, la Alcaldía de Santiago develó el mural con su rostro en la calle Juan Goico Alix, dejando plasmada sus huellas en lo que fue su alimento de cada día el arte.
Bartolo Alvarado nació en La Jaguita, perteneciente al municipio de Cabrera, provincia María Trinidad Sánchez. Fue declarado Activo Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura en el año 2013.
¨Papi era un hombre responsable, respetuoso, muy inteligente, disciplinado. Siempre se valió por sí mismo a pesar de su condición especial. Para él la palabra valía más que un que un contrato firmado¨, expresaron sus hijos.
María Reynoso, viuda del Ciego de Nagua, agradeció las muestras de cariño y solidaridad que han recibido de la comunidad dominicana, dentro y fuera del país.
¨No nos alcanzará la vida para agradecer el respeto que siempre le dispensaron a Bartolo. Gracias a los artistas que le amaron y tantos seguidores que lamentan no poder acompañarlo en un funeral digno de su trayectoria¨, expresó Reynoso.
Precisamente eso es lo que más lamentan artistas de la investidura de Fefita la Grande y Krency García «El Prodigio», que, por el lugar y las condiciones de su deceso, no se le rindan los honores que mereció El Ciego de Nagua, un artista con 25 álbumes y medio siglo en la música típica.
Bartolo Alvarado nació en 1947.
En uno de los gobiernos de Joaquín Balaguer, cuando el país era más castigado por largos apagones producto del descalabro del sistema energético, su tema ¨El Fuá¨, también bautizado como La Luz, se convirtió en un súper éxito en el país. Sus estrofas sirvieron de desahogo a la población que padecía la situación.
El Ciego de Nagua gloria de nuestra cultura dedicó su vida a enaltecer e inmortalizar la música nuestra a través de sus composiciones y su compañero inseparable el acordeón, su legado musical queda como un referente de la cultura nacional del siglo XXI.
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