Es muy preocupante el cobro anticipado que hacen algunos centros privados a las personas que acuden con un paciente grave por enfermedades catastróficas o por un accidente de tránsito.
En una práctica que nos dice hasta dónde llega la voracidad financiera de los gestores de esos establecimientos. Es una conducta que debe ser enfrentada y frenada con firmeza por las autoridades gubernamentales, pues coloca en una situación difícil e indefensa a quienes, desesperados, acuden a esos sitios de salud en busca de asistencia médica.
Viví una vez esa realidad con un pariente en estado de gravedad que necesitaba atención urgente. Eran las 10 de la noche y en la clínica nos dijeron que debíamos depositar 70 mil pesos para admitirlo. “Es una política de la clínica. Deben hacer un depósito”, nos dijeron. Obviamente, no andábamos con esa suma y partimos, indignados, hacia otro centro donde lo admitieron. Esa vez, el juramento hipocrático no funcionó, lo mandaron al carajo.
El tema surge al debate público, en los medios de comunicación, con la participación de representantes del gobierno, los médicos y los propietarios de las clínicas (Ver Diario Libre, edición 20 de febrero del 2022). Y es bueno que se busquen soluciones inmediatas porque las quejas no cesarán.
La Dirección General de Información y Defensa de los Afiliados a la Seguridad Social (Dida) afirma que ha recibido 128 casos en esta gestión por cobros indebidos, “por depósito o pagos por encima de lo establecido, de los cuales han cerrado 136, cifra que sobrepasa el número de casos recibidos, en el entendido de que hemos resuelto casos heredados de la gestión anterior y de esos, 113 reclamos han sido resueltos a favor de los afiliados a la seguridad social”, dice la titular de esa entidad Carolina Serrata Méndez.
El presidente del Colegio Médico Dominicano, Senén Caba, entiende que esos cobros en emergencias “pasan ante la desconfianza de un sistema de salud en manos privadas, en manos de las mal llamadas Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) que comienzan a glosar las clínicas que son tan negocios como ellos y al final las clínicas tienen que cubrir esos gastos”.
Plantea que el Estado debe de intervenir, la gente no se le puede dejar en virtud de un espíritu mercantilista, que la gente tenga que pagar de sus magros recursos las atenciones médicas cuando aquí se aprobó hace más de 20 años un Sistema de Seguridad Social, precisamente, para cubrir esa situación”.
“Los seguros no quieren pagar, se glosan, eso quiere decir negarle al prestador, sea clínica o médico parte de los servicios que prestaron porque ellos no los cubrían o le buscan cualquier periquito para no pagar, entonces la clínica, en esa situación, para no perderlo todo, se cubre. Aquí lo que se privilegia son los aspectos pecuniarios, mercantil y no la necesidad de servicios que reclama un dominicano en un momento supremo como es la afectación de salud”, concluyó el gremialista.
Ante esa realidad, el ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, dijo que se hará una reunión entre las tres partes: Dida, Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) y la Asociación de Clínicas Privadas (Andeclip) para encontrar una solución en conjunto.
No es el momento de acusaciones. Es hora de defender al pueblo y detener esos abusos. Lo cierto es que llegará el día en que podría ocurrir una tragedia en una clínica (ojalá no suceda), cuando se le exija un depósito a una persona desesperada que busca el internamiento o asistencia de emergencia de un pariente en estado de gravedad. Nadie desea ver morir a un familiar en esa circunstancia.
Es una bomba de tiempo que debe desactivarse ya, sin polémicas ni sectarismos; la gente se cansa y aguanta, pero un día estalla en furia y pierde los estribos. Entonces, vendrán los lamentos. Resuelvan eso.
mvolquez@gmail.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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