Por Wenzel Musset Lorenzo
Hay una canción que dice ayúdame Dios mío a poder controlar mi lengua, y esa misma petición deberían hacer los políticos del patio, puesto que sus declaraciones le han costado burlas en la sociedad y a veces hasta su puesto.
Los políticos deben saber que hay una línea delgada entre decir cosas jocosas y decir estupideces de mal gusto, muy delgadas, que si supieran mejor se quedarían callados, porque hasta un buen trabajo se empaña por eso mismo, no saber controlar la lengua.
Declaraciones como ”no aceptaremos hijos de madres solteras en la policía nacional”, “ haré una fiesta por cada muerto de Covid que no esté vacunado”, “En china, España e Inglaterra hay apagones pero en República Dominicana no” o el famoso “el poder es para usarlo” dejan de ver parte de lo que son las personas que nos gobiernan, que no se molestan ni en guardar las formas, o el grupo de jóvenes que iba en una jeepeta diciendo “esto es poder, tenemos el poder” cuando ganó su partido, afortunadamente los sacaron de su cargo y no llegaron a disfrutar de ese poder del que tanto se jactaban.
Y no podemos olvidar las declaraciones de un personaje que fue candidato otra vez en el 2012 aseguró en sus palabras qué “las domésticas se roban los filetes de la casa de sus patrones para dárselo a sus novios, si no se molestan en decir cosas así al público, imagínense que harán en privado con el país.
Yo le aconsejaría a cada político o aspirante qué lea esto, por favor consígase un asesor en comunicación (que se bueno, qué mediocres hay por doquier) piense por un segundo y amárrese el hocico antes de dar declaraciones qué ofenden a la población o lo hagan perder su cargo.
wenzelmlorenzo@gmai.com
(El autor es escritor y estudiante de derecho, residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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