Santo Domingo (República Dominicana).- El secretario de Relaciones Dominico-Haitianas del partido Fuerza del Pueblo, Inocencio García, respaldó las medidas adoptadas por el gobierno de Luis Abinader sobre la crisis haitiana, pero anticipó que vienen nuevos escenarios para los que se debe tener previsión.
García sostuvo que la crisis que sacude a Haití demuestra que la gobernabilidad está en su más bajo nivel, dejando una estela de inseguridad, fractura del liderazgo nacional y peligro de una ola masiva de migrantes hacia República Dominicana, ante la cual el gobierno dominicano ha adoptado medidas efectivas.
El sociólogo y dirigente del partido Fuerza del Pueblo consideró que “el despliegue de seguridad militar en la frontera es adecuado”, pero no se puede olvidar que República Dominicana no está en guerra con Haití, por lo que se requiere un enfoque multidimensional para afrontar la amenaza.
“El gobierno debe pensar en escenario de grandes expulsiones migratorias de Haití a República Dominicana”, expresó García, entrevistado por Pablo McKinney en su programa “McKINNEY”, que se transmite por Color Visión, al añadir que eso “no lo resuelve el dispositivo militar, sino el enfoque policial, inmigratorio y humanitario”.
El dirigente político agregó que el grave problema “es que la comunidad internacional, con su principal actor, Estados Unidos, se han desentendido del problema haitiano”.
García explicó que las bandas de secuestradores tienen el control de la principal ruta de tránsito en Haití, por lo que la situación no aguanta más y en un escenario como ese la República Dominicana tiene que adoptar los dispositivos internos para lidiar con esa crisis, y citó la necesidad de la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso de Suelos, lo que a su juicio facilitaría “manejar mejor la situación haitiana y la perspectiva de la disolución de ese Estado”.
Expresó que con esa ley las autoridades dominicanas podrían disponer de información efectiva sobre asentamientos de extranjeros y su control en el territorio.
“No es lo mismo tener relaciones con el presidente René Préval que con Ariel Henry o el impresentable canciller Claude Joseph”, manifestó García, quien agregó que actualmente “no hay interlocutores válidos y la actitud del Estado y del empresariado no puede ser la misma porque la situación actual (de Haití) no tiene retorno en el mediano plazo”.
Al abordar las raíces del actual vacío de poder en Haití, García dijo que “el liderazgo político no ha podido llenar los requerimientos de la Constitución de marzo de 1987” que puso fin al duvalierismo”.
El dirigente de la Fuerza del Pueblo indicó que “el problema de Haití es el cimarronaje político que viene desde la independencia”, y que por su experiencia viviendo en esa nación entre 1998- 2000, aprendió que “el cimarronaje tiene una cultura política de que el que está arriba hay que derribarlo y el que está abajo hay que eliminarlo”.
García puntualizó que esa es una cultura política cimarrona que el sistema político haitiano ha incorporado y funciona sobre la base de la desconfianza.
“Hay un desencuentro entre la nación y el Estado y eso explica 34 años de inestabilidad con un interregno del gobierno de René Préval entre 2006 y 2011, cuando Argentina estaba ayudando a montar un sistema nacional de planificación similar al que vivió República Dominicana entre 2006 y 2012”, puntualizó el sociólogo.
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