Redacción (ONU-PRESS).- Cuatro agencias de las Naciones Unidas piden a los países de América no expulsar a los haitianos antes de evaluar sus necesidades de protección.
Abogan por vías migratorias regulares y afirman que las condiciones de Haití no son propicias para los retornos forzados. “El derecho internacional prohíbe las expulsiones colectivas”, subrayan.
La difícil situación social, económica, política y humanitaria aunada a las catástrofes que han golpeado a Haití en los últimos años -algunas de ellas resultadas del cambio climático y la degradación ambiental-, han dado lugar a un desplazamiento masivo de población en ese país durante la década pasada.
Esa erradicación de las comunidades no se ha limitado al territorio haitiano, sino que ha generado un éxodo de la isla al continente, donde los haitianos han buscado refugio en distintos países a lo largo de los años. Pero en las últimas semanas se ha observado una migración desde varios puntos hacia la frontera norte de México, por donde buscan entrar a Estados Unidos y se encuentran con rechazo y deportaciones masivas inmediatas.
Mecanismos de protección
Ante estos acontecimientos, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos exhortaron este jueves a los Estados a no expulsar a los haitianos sin haber evaluado sus necesidades de protección, a adoptar un enfoque integral que garantice los derechos humanos de esas personas en situación de movilidad y a ofrecer mecanismos de protección o acuerdos de estancia legal para garantizar el acceso efectivo a vías migratorias regulares.
En un comunicado conjunto, las agencias explicaron que los haitianos que se encuentran en situación de movilidad son personas con diferentes necesidades de protección. Detallaron que en ese grupo hay niños no acompañados o separados de sus familias, víctimas de trata y sobrevivientes de violencia de género, por ejemplo.
“Algunas de esas personas tienen motivos bien fundamentados para solicitar protección internacional como refugiados. Otras pueden tener necesidades de protección distintas”, apuntaron los organismos.
Asimismo, recordaron que el derecho internacional prohíbe las expulsiones colectivas y exige la evaluación de cada caso para identificar necesidades de protección con base en las leyes de refugiados y de derechos humanos.
Racismo y xenofobia
Por otra parte, condenaron el discurso público con tintes discriminatorios que sugiere que la movilidad humana es un problema y llamaron a evitarlo a toda costa puesto que alimenta el racismo y la xenofobia.
Las agencias explicaron que sólo en el recién terminado verano boreal se desplazaron al menos 19.000 personas en Puerto Príncipe debido al aumento continuo de la violencia y la inseguridad.
Además, los datos de la ONU detallan que más del 20 % de la niñez ha sido víctima de violencia sexual y que casi el 24 % de la población vive por debajo de la línea de pobreza extrema, con ingresos de 1,23 dólares al día.
Se estima también que 4,4 millones de personas, o el 46 % de la población, padecen inseguridad alimentaria, lo que incluye 1,2 millones de personas que se encuentran en niveles de emergencia y 3,2 millones en niveles de crisis. Unos 217.000 niñas y niños padecen desnutrición moderada o grave.
El panorama será peor
Los organismos advirtieron que estas cifras empeorarán como resultado del sismo del pasado 14 de agosto y afirmaron que esto limita la capacidad del país para recibir personas retornadas. “Las condiciones en Haití siguen siendo preocupantes, y no propicias para los retornos forzados”, puntualizaron.
El sistema de las Naciones Unidas y sus socios asisten a los haitianos dentro y fuera de su país, al igual que en su ruta migratoria. Sin embargo, es urgente hacer mucho más para atender sus necesidades más apremiantes, concluyeron las agencias.
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