Redacción (ONU-PRESS).- La directora de la Organización Panamericana de la Salud, la doctora Carissa F. Etienne, informó que tras el reciente terremoto los establecimientos de salud de tres departamentos de Haití están saturados por lo que pidió a la comunidad internacional que ayude a atender la «inmensa» necesidad de personal médico, de suministros, y de equipos, así como transporte de pacientes que tiene el país.
«En total, 24 centros de salud — principalmente de atención primaria sufrieron daños», indicó Etienne durante la rueda de prensa semanal de esa agencia de la ONU para dar cuenta de la situación de la pandemia de COVID-19.
«En Grand’Anse, tres instalaciones sanitarias fueron destruidas y dos resultaron dañadas. En Nippes, encontramos que un establecimiento de salud fue destruido y cuatro se dañaron, y en el Departamento de Sud, 14 establecimientos de salud resultaron dañados», enumeró.
«Nuestro personal se está desplegando en los departamentos de Grand’Anse y Nippes para apoyar el restablecimiento de los servicios de salud a nivel departamental», afirmó refiriéndose a las zonas cercanas al epicentro del terremoto de 7,2 grados de magnitud que tuvo lugar durante el fin de semana.
Entrega de medicamentos
Además de apoyar al Ministerio de Salud y Población de Haití, la Organización Panamericana de la Salud ha entregado medicamentos esenciales y otros suministros médicos y quirúrgicos para su distribución en las instituciones sanitarias donde se requieren.
Etienne hizo un llamado a la comunidad internacional para atender las «necesidades sanitarias urgentes» ya identificadas por el Ministerio de Salud y Población.
«Lo que necesitamos es personal sanitario, suministros y equipos para tratar a los pacientes con traumas, lesiones, enfermedades agudas, enfermedades crónicas y problemas mentales», destacó.
«Hay una necesidad urgente de restaurar los servicios sanitarios, principalmente en las zonas más afectadas, y de garantizar agua y saneamiento adecuados para evitar el aumento de las enfermedades diarreicas, respiratorias y cutáneas».
«Nuestros corazones están con el pueblo de Haití y tengan la seguridad de que estamos haciendo todo lo posible para ayudar a los haitianos en estos tiempos difíciles y duros. Nuestra prioridad es apoyar el funcionamiento de los servicios sanitarios y ayudar a salvar vidas», continuó.
Muerte de un consultor de la agencia
La responsable de la OPS también envió sus condolencias a la familia y seres queridos del consultor internacional de la Organización y especialista en emergencias de salud pública, el Ousmane Touré, quien perdió la vida durante el terremoto.
Touré había estado apoyando la respuesta de la organización ante la COVID-19 en Haití desde julio pasado.
«La pérdida del doctor Touré es emblemática de los peligros que enfrentan los trabajadores de salud y de los extraordinarios sacrificios que han realizado durante esta pandemia», manifestó Etienne.
Desafíos de la pandemia a la salud mental
Durante la rueda de prensa, Etienne también se refirió al resultado de una encuesta sobre el estado de los servicios de salud mental duranta la pandemia de COVID-19.
“Los resultados son deprimentes”, dijo la doctora que calificó la situación como una auténtica “crisis de la salud mental” en la región.
“Cada vez hay más personas que sufren problemas de salud mental adicionales, particularmente en un momento en el que los servicios para ellos también se ven alterados a causa del avance de la enfermedad. Hoy nos enfrentamos a una crisis de salud mental que, si no se aborda, tendrá graves consecuencias», advirtió. «No sólo empeorará la carga de salud mental en nuestra región, sino que también prolongará el impacto de la pandemia», explicó.
La directora de la agencia de la ONU exhortó a los países a aumentar la inversión en programas de salud mental y resaltó la experiencia de Chile, Costa Rica y Trinidad y Tobago, que lo están realizando con éxito.
Situación epidemiológica
En cuanto a las consecuencias de la pandemia en términos de transmisión y mortalidad, Etienne informó que se habían registrado 1,4 millones de casos de COVID-19 y casi 20.000 muertes en las Américas durante la última semana.
En Sudamérica, apuntó que la mayoría de los países están experimentando un descenso de los casos. En Brasil, la ocupación hospitalaria es inferior al 80% en todos los estados por primera vez desde noviembre.
Sin embargo, los casos están aumentando en otros lugares. Impulsadas por la variante delta, las infecciones por COVID se están acelerando en Norteamérica.
«En México, más de dos tercios de sus estados están en riesgo ‘alto’ o ‘crítico’ a medida que los hospitales se llenan de pacientes con COVID», señaló.
Según reportes de los países, tanto los casos como las muertes están aumentando en América Central, especialmente en Belice y Costa Rica.
Las infecciones y muertes están incrementándose en todo el Caribe, incluyendo en Cuba, Dominica, Guadalupe, Jamaica, Martinica y Puerto Rico, donde los casos aumentaron un 49% y las muertes un 70 %. En Trinidad y Tobago, las muertes reportadas semanalmente continuaron elevándose.
Comentarios sobre post