Redacción (RT.com).- Miles de personas lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersex y ‘queers’ (LGBTIQ) están manifestándose en distintas ciudades de República Dominicana desde hace cuatro semanas para repudiar un nuevo proyecto que propone modificar el Código Penal porque, afirman, no evita la discriminación hacia estos grupos sociales ni tampoco plantea agravar los castigos en homicidios contra ciudadanos con una orientación sexual o identidad de género disidente.
La polémica se desató el 30 de junio, cuando la Cámara de Diputados aprobó los cambios, que ahora están siendo evaluados por el Senado. En ese país centroamericano rigen las mismas normativas penales desde 1880, y en los últimos años se presentaron propuestas para actualizarlas. El enojo surgió porque, en estos acuerdos previos, sí se había pactado incluir a los colectivos LGBTIQ de manera específica, pero de forma sorpresiva los legisladores decidieron omitirlos en el proyecto.
«A pesar de que se había consensuado desde el 2009 que la orientación sexual y de género iban a ser protegidas contra la discriminación, en una movida estratégica por parte de fascistas en el Gobierno y el Congreso, nos sacaron de la lista», vaticina Juan José Cid, coordinador del movimiento RD es de Todes.
Para el entrevistado, estos grupos también quedarían desprotegidos de «los crímenes de odio». A su vez, uno de los párrafos legislativos que generan más discordia «exime a las personas que discriminan por objeción de conciencia religiosa, moral, ética e institucional», repasa. Esto, opina Cid, «vuelve completamente inoperante el artículo sobre discriminación y en cierta forma la despenaliza».
El manifestante también destaca las alteraciones en los apartados legales dedicados a la tortura, donde no se contemplan algunos estigmas: «Aquí hay muchos mal llamados psiquiatras y psicólogos que ofrecen terapias de conversión, donde buscan volver heterosexuales a jóvenes». Según Cid, esto es padecido principalmente por «personas provenientes de EE.UU., ya que en otras partes del mundo sí está penalizado, porque se entiende como una tortura».
Además, pese a los reclamos de diversos movimientos sociales, la reforma del Código también penaliza el aborto, sin tener en cuenta las tres causales de eximición: cuando la vida de la gestante corre peligro, cuando el embarazo resulta inviable o si es producto de una violación.
«Furia ‘pájara'»
Con ese contexto, la reacción popular no tardó en llegar. El mismo día en que los diputados aprobaron la reforma, hubo un fuerte repudio en redes sociales. A las pocas horas, el primero de julio, un grupo de personas autoconvocadas protestó frente al Congreso, «de forma espontánea», describe Cid. Con el correr de los días, se fueron organizando y las manifestaciones llegaron a otros municipios, como San Francisco de Macorís, Santiago, Puerto Plata y La Romana, así como las provincias de Barahona y San Juan. A su vez, una pequeña diáspora de dominicanos alzó su voz en Nueva York (EE.UU.).
Una de las movilizaciones más simbólicas, ocurrida el 11 de julio, llevó el nombre de «Marsha Queer», en homenaje a Marsha P. Johnson, una artista estadounidense, afroamericana y transgénero, que fue pilar en la lucha por los derechos de las disidencias. Una de las consignas de la marcha fue «furia pájara», por la forma peyorativa en que muchos dominicanos se refieren a las personas con una identidad de género u orientación sexual diferente: ‘pájaros’ o ‘pájaras’.
Mientras tanto, el proyecto está siendo analizado por la Comisión Especial del Senado, un organismo creado especialmente para la ocasión. Al respecto, desde los movimientos LGBTIQ+ sospechan que no enviaron el asunto a la Comisión de Justicia porque su presidente ya se declaró abiertamente a favor de las tres causales para eximir penas en casos de aborto. Sin embargo, ya se decidió demorar el tratamiento y se retomaría recién en septiembre, cuando se inicie la próxima legislatura.
«Igual sigue la batalla, pero parece que están escuchando y ganamos tiempo», comenta Cid. De hecho, algunos sectores del Gobierno de Luis Abinader, además de legisladores, expresaron su apoyo a los colectivos disidentes. En efecto, el propio titular del Senado prometió hacer lo posible para evitar la discriminación. De todos modos, los manifestantes no tienen pensado abandonar las calles: «Pueden contar con que vamos a seguir en resistencia, tenemos planificadas acciones durante por lo menos otro mes», advierte la activista Paola Then.
Mientras dialoga con RT, Then programa junto a otros protestantes diversas actividades: «Estoy enviando nuevas propuestas de acciones que surgen en chats públicos y comisiones que tenemos. Son manifestaciones ‘performáticas’, políticas y disruptivas, tomando los espacios públicos», avisa. También adelanta que este contexto de tensión podría perdurar «todo el tiempo que sea necesario», es decir, más allá de septiembre.
«Estamos promoviendo una revuelta, una revuelta ‘queer'», expresa Then. El término, que significa ‘raro’ en inglés, fue resignificado y se utiliza para las personas que prefieren vivir sin encasillamientos.
Invisibilización
A pesar de existir en el país algunas normativas importantes, como por ejemplo, que la Constitución local promulgue que los ciudadanos desarrollen su propia personalidad, Cid remarca que hay muchos derechos relegados: «No tenemos igual acceso al matrimonio, la adopción y a que las personas transgéneros se cambien el nombre».
Así, mientras el colectivo RD es de Todes plantea que se contemple a las personas LGBTIQ+ en el proyecto del nuevo Código Penal, fuera del plano legislativo están las discriminaciones cotidianas. Para Then, la invisibilización es la peor de todas: «La prensa dominicana no le dio ningún tipo de cobertura a la Marsha Queer, ni al manifiesto que escribí y leí. Tampoco a la extensión de la marcha, no salieron fotos. Se ignoró la postura política y cuántas personas estuvimos allí».
Leandro Lutzky
https://actualidad.rt.com/actualidad/399248-promovemos-revuelta-queer-protestan-republica-dominicana
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