Redacción (teleSURtv).- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, admitió este jueves la «responsabilidad» de su país en el genocidio perpetrado en Ruanda en 1994, aunque negó «cualquier complicidad» de la expotencia colonial en la matanza de unas 800.000 personas de las etnias tutsi y hutu en aquellas semanas hace más de 20 años.
En su «mea culpa», Macron dijo que «los asesinos que rondaban los pantanos, las colinas, las iglesias, no tenían rostro de Francia. Ella no fue cómplice», afirmó el mandatario francés en un discurso pronunciado en el Monumento del Genocidio en Kigali (capital), donde se guardan los restos de unas 250.000 víctimas.
No obstante, apuntó que «Francia tiene un papel, una historia y una responsabilidad política en Ruanda. Y tiene un deber: afrontar la historia y reconocer la cantidad de sufrimiento que ha infligido al pueblo de Ruanda al hacer que el silencio prevalezca sobre el examen de la verdad durante demasiado tiempo», reconoció.
De acuerdo con Macron, «Francia no escuchó la voz de quienes le habían advertido, o bien sobrestimó su fuerza al pensar que podía detener lo peor. Francia no entendió que, al querer prevenir un conflicto regional o una guerra civil, estaba de hecho al lado de un régimen genocida».
En ese sentido, abundó que «al ignorar las advertencias de los observadores más lúcidos, Francia asumió una responsabilidad abrumadora en una espiral que desembocó en lo peor, incluso mientras buscaba precisamente evitarlo», señaló el Presidente, quien depositó una corona de flores en el Monumento, ante el que hizo una reverencia.
El presidente francés llegó esta jornada a Kigali en una visita de Estado que busca normalizar las relaciones bilaterales después de que Ruanda acusara a Francia de complicidad en la matanza de 1994. Fue recibido por el presidente ruandés, Paul Kagame.
La visita de Macron tiene lugar dos meses después de la publicación de un informe oficial de una comisión de expertos formada por el Gobierno francés sobre el papel de París en el genocidio ruandés.
En ese informe se señaló que la política exterior francesa, entonces bajo la presidencia del socialista François Mitterrand, cometió errores «abrumadores» y estuvo «ciega», pero «no fue cómplice» de la matanza que sufrió el pequeño país africano.
Actualmente, Francia carece de embajador en Ruanda, si bien su legación diplomática funciona con normalidad y tiene previsto designar pronto a un embajador para concluir esta «etapa final en la normalización» de las relaciones bilaterales.
Comentarios sobre post