La corrupción en el ejercicio del poder en este país es un asunto sistémico, estructural, presente en todas las vertientes del poder estatal: partidos gobernantes y poderes fácticos o permanentes (cúpulas militares, policiales, capitalistas locales y transnacionales y jerarquías eclesiales). Corrupción e impunidad conforman un sistema dentro del sistema, que no se supera porque exista una Procuradora comprometida con sancionar esos delitos ejemplarmente.
Ese asunto tiene mucho que ver con la conformación del Gobierno, Congreso, Ministerio Público en su conjunto, tribunales en las diferentes instancias, mecanismos de fiscalización y control, clase dominante-gobernante, existencia o no de soberanía, características de las cúpulas eclesiales y los jefes militares, lo real o ficticia que pueda ser la democracia. Y a su vez, eso nos remite a la Constitución y a las leyes, y a las relaciones de poder.
Es buenísimo que exista una Procuradora comprometida en perseguir la corrupción, investigar a fondo los delitos de Estado y de poder, construir expedientes consistentes y formular acusaciones justas sin temor. Es mejor aunque todo eso se haga sin ninguna preferencia, sin corruptos preferidos y sin impunes protegidos.
Creo firmemente que Miriam Germán tiene todos esos atributos y considero formidable lo que ella y su equipo han hecho en los casos de la Operación Anti-pulpo y en la Operación Coral, que le dan en el epiplón a PLD de Danilo Medina y a sus dos gobiernos; esperando que pronto, ambos casos -y otros más- lleven tras las rejas al expresidente que los protegió. De esa magistrada no se debe esperar otra cosa.
Sin embargo, si la corrupción de poder es sistémica y diversa, debería acercarse el momento en que la acción del Ministerio Público vaya más allá de los casos vinculados a la gestión gubernamental del PLD de Danilo, y ofrezca señales de que ha comenzado a diversificar su accionar.
Quisiera saber que está pasando con el dossier que entregué a la Procuraduría hace varios meses sobre la compra de las acciones de Antena Latina, en la que está involucrado un representante de un poderoso grupo de capitalistas y un magnate mexicano-estadounidense de pésima reputación.
También conocer lo que acontece con Leonel Fernández y la estafa de los Súper-Tucano, o con los jefes de la mafia del gas propano, el fraude de las EGES a Fonper, las denuncias de delitos ambientales y la nueva corrupción, en la que hay tutumpotes protegidos por el gobierno de Abinader. Debemos impedir que un Estado controlado por empresarios proteja sin costo político alguno la corrupción empresarial.
narsoisa@gmail.com
(El autor es dirigente político residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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