El expresidente Danilo Medina, quien atraviesa momentos más difíciles que los vividos en su lejano Arroyo Cano, rodeado de pobreza, en intento de alentar a sus tropas y de paso reanimar su afligido corazón, se atrevió a proclamar que “no hay razones para que su partido, el PLD, pierda las próximas elecciones”.
Próximo al lugar donde hablaba, en un culto religioso, un hombre leía Romanos 5,12-21: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”. La palabra “todos” le provocó un ligero espanto, pero siguió hablando.
“El Partido de la Liberación Dominicana está sembrado en el pueblo dominicano y no hay razones para que no pueda ganar las próximas elecciones”. Quiso mostrarse optimista, pero la voz le resultaba más degradada de lo habitual. Hablaba ante el comité central del PLD y lo oían con asombro.
Con más energía, el otro orador proseguía: “Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir”.
Aunque estaba en lo suyo, el exmandatario, oyó claramente que dijeron “Adán” y eso lo sacó de concentración, pero no se amilanó: “Ahora se va a ganar por convicción, por el trabajo voluntario de cada uno de nosotros”. Faltó que dijera: “Ya no tenemos los bienes del Estado para nuestro provecho”.
En la Hora Santa: “Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel (Adán) murieron muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación…”
Medina explicó que solo necesitan tener 30 o 40 miembros por mesa para cumplir esa meta. Y la carta de san Pablo seguía: “Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia”.
Finalizó con que lo principal en estos momentos es la transformación y reestructuración de su Partido. Los cristianos terminaron entonando un canto que dice: “Adán nos trajo la muerte, cuando tentado prevaricó”. Medina se sobrecogió, le atormentaba la idea de tantos adanes en su PLD.
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(El autor es periodista y escritor residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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