Andrew Simon
Son pocos los jugadores que han hecho una carrera digna para el Salón de la Fama. Pero son menos los que han logrado algo aún más difícil: Terminar en el tope.
Claro, se trata de esas extrañas superestrellas que pueden ser productivos hasta el final o que pueden alzar un título de Serie Mundial en su camino de salida. Algunos han tenido despedidas memorables, con tours especiales o incluso momentos únicos y recordados por sus adorados aficionados.
Pero el final suele ser más un desastre – incluso para los mejores. Está por verse aún cuál será el caso del dominicano Albert Pujols, quien fue designado para asignación el jueves por los Angelinos, poco más de un mes de su última temporada de contrato, con un OPS de .622. El cañonero de 41 años supuestamente quiere pactar con un nuevo equipo y seguir jugando.
No es una lista corta la de los casos similares. Aunque abundan los ejemplos, aquí nombraremos 15 miembros del Salón de la Fama que terminaron sus ejemplares carreras de una manera discreta. El enfoque está en quienes terminaron con un uniforme poco tradicional, así que no está Ken Griffey Jr. (Marineros), Carlton Fisk (Medias Blancas) o Jim Palmer (Orioles), por ejemplo.
Los jugadores están enumerados de acuerdo a su temporada final.
Vladimir Guerrero, Orioles (2011)
Como bateador designado a tiempo completo con Baltimore, Guerrero estuvo a un nivel ofensivo por debajo del promedio (OPS+ de 98) por primera vez desde su debut de nueve juegos con los Expos en 1996. Guerrero no recibió otra oportunidad hasta mayo del siguiente año, firmando un pacto de liga menor con los Azulejos. El último juego del dominicano resultó ser en Triple-A Las Vegas 51s. Cuando los Azulejos decidieron no ascenderlo a mediados de junio, Guerrero pidió ser liberado.
Iván Rodríguez, Nacionales (2011)
“Pudge” disputó sus últimas dos temporadas con Washington y en la segunda no vio mucha acción, abriendo sólo 34 partidos en la receptoría, incluyendo dos luego de ingresar a la lista de lesionados a comienzos de julio. El 13 veces ganador del Guante de Oro bateó .218 con un OPS de .604, aunque retiró a 13 jugadores en 25 intentos de robos de base.
Trevor Hoffman, Cerveceros (2010)
Luego de una exitosa primera temporada con Milwaukee, el histórico taponero de los Padres desperdició cinco de sus primeras 10 oportunidades en el 2010 y registró una efectividad de 13.15 antes de perder el puesto en mayo. Aunque estuvo efectivo por el resto de la zafra y sumó cinco rescates más, para superar la marca de 600, Hoffman terminó con porcentaje de carreras limpias de 5.89 y se le fue rechazada su opción para el 2011.
Frank Thomas, Azulejos/Atléticos (2008)
Al final del “Gran Dolor” le hizo demasiado honor a su nombre. Su tiempo en Toronto terminó a mediados de abril, cuando fue dejado libre con un promedio de bateo de .167. Los Atléticos, con quienes jugó en el 2006, lo tomaron. Aunque estuvo mejor en Oakland, un problema en su cuádriceps derecho lo limitó a 55 juegos.
Rickey Henderson, Dodgers (2003)
Pocos han cambiado tanto de equipo que Henderson, incluso hasta sus 40 años. Henderson jugó para los Padres, Angelinos, Mets, Marineros y Medias Rojas en esos años finales, antes de llegar a su última parada con los Dodgers, quienes lo firmaron desde la Liga Independiente. Henderson bateó .208 en 72 turnos. Volvió a la Liga Independiente en el 2004 y 2005, pero nunca regresó a las Mayores.
Eddie Murray, Angelinos/Dodgers (1997)
En 1996, Murray había regresado a Baltimore a mediados de campaña e ingresó al club de 500 cuadrangulares. Luego pactó con los Angelinos en el receso de temporada, pero dejó un OPS de .591 como bateador designado, perdiéndose casi dos meses por lesión. Fue dejado libre a mediados de agosto y Murray tuvo una segunda pasantía con los Dodgers (1989-1991) y terminó su carrera tras aparecer en nueve encuentros como bateador emergente.
Lee Smith, Expos (1997)
Smith consiguió los últimos cinco de sus 478 rescates — récord de MLB para entonces – con Montreal. Pero luego de un sólido comienzo, permitió 14 carreras limpias en sus últimas 13.2 entradas. Para cuando se apartó abruptamente a mediados de julio, no había sido utilizado en dos semanas. Smith intentó regresar con los Reales y Astros en 1998, pero no pudo alcanzar las Mayores y se volvió a retirar.
Dave Winfield, Indios (1995)
A este punto, Winfield ya tenía 43 años y estaba limitado al puesto de BD. Disputó sólo 46 juegos y fue enviado múltiples veces a la lista de lesionados, dejando un OPS de .572. Winfield termino el año de 31-4 y no apareció en la postemporada con los Indios.
Jack Morris, Indios (1994)
Morris había tenido problemas con los Azulejos en 1993 (6.19 de efectividad) y no participó en la postemporada camino al título. Recibió otra oportunidad con Cleveland al año siguiente, pero dejó efectividad de 5.60 en 23 aperturas (8.67 en sus últimas cinco), antes de ser dejado libre en agosto, poco antes de la huelga. Firmó al año siguiente con los Rojos, pero se retiró en los campamentos.
Steve Carlton, Mellizos (1988)
El zurdo había tenido problemas durante dos campañas — dando tumbos por cinco diferentes equipos – antes de comenzar en el bullpen de Minnesota en 1988. Las cosas no mejoraron y luego de que Carlton hiciera su última apertura del año el 23 de abril, permitiendo ocho carreras, fue dejado libre con una efectividad de 16.76.
Ron Santo, Medias Blancas (1974)
Tras 14 temporadas en la antesala de los Cachorros, Santo fue cambiado al equipo del sur de la ciudad. Santo apareció constantemente como BD y bateó sólo .221/.293/.299 con cinco jonrones; su primera temporada por debajo del promedio ofensivamente desde 1962.
Juan Marichal, Dodgers (1975)
La leyenda de los Gigantes comenzó 63 juegos ante los Dodgers; más que cualquier otro oponente. El dominicano abrió para ellos en dos ocasiones, a comienzos de 1975, pero no le fue bien, permitiendo nueve carreras en seis entradas antes de retirarse.
Willie Mays, Mets (1973)
Tal vez de manera injusta, la imagen de Mays en los jardines de los campeones de Serie Mundial de 1973 se convirtió en la bandera de los atletas que dejaron atrás sus mejores momentos. A los 42 años, Mays batalló con lesiones, abriendo sólo 55 juegos ese año, en los que bateó .211/.303/.344, antes de participar en cuatro juegos de playoffs con los Mets. De todos modos, los aficionados de Nueva York, que lo vieron jugando con los Gigantes ente 1951 y 1957, tuvieron la oportunidad de mostrarle su agradecimiento.
Duke Snider, Gigantes (1964)
Antes de que Marichal fuera un Dodger, Snider fue un Gigante. Luego de pasar 16 campañas con los Dodgers, pasó una con los Mets, quienes lo vendieron a San Francisco antes de la campaña de 1964. No quedaba mucho de Snider, quien generalmente salió desde la banca y tuvo un OPS de .625.
Babe Ruth, Bravos (1953)
El Gran Bambino, ¿con los Bravos? Realmente sucedió. Pese al OPS de .985 de Ruth en 1934, los Yankees quisieron cortar vínculos y los Bravos quería atraer público. Se concretó el pacto. Pero no duro mucho. Ruth tuvo sus momentos, disparando seis jonrones, pero sólo promedió .181 y para junio ya estaba fuera.
Andrew Simon es reportero de MLB.com
https://www.mlb.com/es/news/malos-finales-de-miembros-del-salon-de-la-fama
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