Por Wenzel Musset Lorenzo
Decía el encargado de publicidad e ilustraciones del gobierno de Adolf Hitler, Joseph Goebbels, que una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad, y tomándose de uno de los hombres que contribuyó a someter a un pueblo a la merced de un maníaco, genocida y con uno de los cultos a la personalidad y a su partido más atemorizantes, es una frase a la cual ponerle atención.
El presidente Luis Abinader hace una mejor labor que la de sus antecesores en el combate a la corrupción que hay que reconocerle, pero tampoco es que se debe llegar al punto de venderlo como la octava maravilla del mundo, aunque al parecer desde el poder ejecutivo piensan lo contrario, ya que han realizado una licitación de 300 millones de pesos, por medio de la Dirección General de Comunicación (Dicom) para gestionar la compra de espacios publicitarios y promoción de la Presidencia.
Lo más grave del asunto es que no ha sido el primer escándalo en los pagos por razones de publicidad a través de esta dirección. Ya se ha vuelto costumbre ver en los periódicos nacionales titulares como: pago de un millón de pesos por un post en Instagram, pago de 8 millones a un canal por transmitir breve discurso presidencial, pago de 25 millones por un evento para promocionar los primeros 100 días del actual presidente, entre otros.
No había dinero para el aumento de los profesores de la UASD, no había dinero para los incentivos de los médicos que trabajaron aún más duro que de costumbre por la pandemia, no había dinero para los aumentos de la tarjeta solidaridad, no hay dinero para continuar de manera debida los programas de ayuda más allá de abril, pero para promover a nuestro “magnánimo” presidente se hace una licitación de 300 millones en manejo publicitario, 25 millones en una sesión de preguntas y respuestas y otros 8 millones para un simple discurso, digno de la teatralidad de Julio César.
Término este artículo lamentando que nuestro presidente se empeñe en seguirle los pasos a su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele. Este hizo un aumento de 7 millones de dólares al presupuesto de la nación para cumplir su propósito de destinar 22 millones de dólares en publicidad, superando el presupuesto de ministerios claves como el de Trabajo, Turismo y Medio Ambiente.
Así como hicieron con las licitaciones de las agujas en salud pública o de la comida de 5 estrellas para distintas direcciones y ministerios, esperamos que den reversa a dicha licitación, Luis Abinader está lejos de ser el mejor presidente como el y su gabinete en busca de congraciarse aseguran constantemente, eso el tiempo lo dirá, pero estoy totalmente seguro de que manejando la publicidad es el mejor hasta ahora, de la República Dominicana claro está, porque en cuanto a populismo y promoción está ligeramente detrás de Bukele.
wenzelmlorenzo@gmail.com
(El autor es escritor y estudiante de derecho, residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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