En la columna del pasado viernes publicamos un artículo titulado “El reto de Leonel Fernández”, en el que planteamos el gran desafío que representa para el exmandatario alcanzar de nuevo la presidencia de la República, tomando en cuenta que en las elecciones de julio de 2020 obtuvo un 4.5 por ciento de los votos.
Hemos sostenido que Fernández ha sido favorecido por factores coyunturales y su carrera política ha devenido en una gira por la dicha, pues todo le ha salido de la mejor manera, sin que sus triunfos sean proporcionales a sus esfuerzos. Nuestro parecer es que a partir de ahora, con un partido recién lanzado, todo lo que gane Fernández puede atribuirse a sus méritos y bríos.
Llevar a la Fuerza del Pueblo hasta la capacidad de un ente de poder, de un verdadero partido mayoritario, sin que lo dictamine la Junta Central Electoral, es el grato del tres veces presidente.
A propósito del artículo anterior, el joven Luis Manuel de Peña, mesurado e inteligente, ha dirigido una respuesta, en defensa del líder de Fuerza del Pueblo. He aquí su carta:
Buenas tardes distinguido Rafael Peralta.
Su artículo es una luz en medio del crepúsculo que vivió dicha organización política fundada por el maestro Juan Bosch.
Lo cierto en todo esto, es que dentro de los miles que, tal vez, perdieron un puesto público para salvar la democracia se encuentra: el Dr. Leonel Fernández.
Lo que usted apuntala en el párrafo 5 en la parte final, fue una realidad en su momento. Pero como dice el libro de Eclesiastés «todo tiene su tiempo» y el tiempo de Leonel Fernández no ha pasado, porque le ganó al poder el 6 de octubre, le volvió a ganar el 15 de marzo y el 5 de julio, además en el CNM en 2021.
Sin considerar lo que ocurrirá en la JCE cuando se revierta el Reglamento No. 001-2021 en que el Pleno de dicho órgano electoral ha intentado desconocer que el partido Fuerza del Pueblo es mayoría con más de un 5% de los votos válidos emitidos en las últimas elecciones.
Coincido con usted, maestro de la letra aguda, en que Leonel Fernández es dichoso.
Hay que tener pendiente, maestro, que Fernández se sacrificó para que mi tocayo Luis Abinader llegara a la presidencia cuando el pueblo no lo veía como un líder capaz de guiar el destino dominicano.
En definitiva, la mayoría siempre estará en el pueblo donde el hombre de Villa Juana se ha apoyado siempre.
rafaelperaltar@gmail.com
(El autor es periodista y escritor residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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