A Pleno Sol
En medio de la pandemia del Covid-19 que parece indetenible, se llega a los cien días del gobierno de Luis Abinader. Ha sido una época de tregua, aunque ya se comenzó a apretar la cuerda con los primeros enfrentamientos.
El gobierno ha esbozado su programa central. Recuerde que una cosa es el programa de gobierno de un partido que busca llegar al Palacio Nacional, y otra, la evaluación real que hace el gobernante en poco más de tres meses.
El presidente Abinader presentó su cartilla de combate en medio de una atípica rueda de prensa, o comparecencia ante el país. Lo importante, es que se comprenda que ahora es que comienza la batalla.
Todavía están paralizados los que deben ser los principales sectores que se motoricen si se busca encaminar el desarrollo nacional. El turismo va dando buenos pasos y hay que esperar el futuro.
Desde luego, los veraneantes dominicanos del todo incluido no son suficientes para satisfacer la demanda turística. Se tiene que traer a visitantes de otros países, que puedan gastar en euros y dólares.
La industria de la construcción tiene buenas perspectivas. Por lo menos la lista de futuras edificaciones que planifica el equipo de Abinader, podrían ayudar a motorizar la economía.
Se debe siempre tener presente que la industria de la Construcción mueve el peso. En ella trabajan desde el más calificado arquitecto, hasta el pone block, pero también el chiripero, la friturera de empanadillas, los que venden ropa y hasta los choferes y cobradores de guaguas, que transportan a los obreros al trabajo.
En nuestra columna propusimos con bastante tempo la tregua de los cien días. Es imposible que un gobierno haga grandes realizaciones en cien días, pero es el momento de presentar las cartas credenciales y decir con claridad hacia donde se va.
Hay un problema de vida que el presidente Abinader no puede descuidar; el enfrentamiento de la pandemia. Se deben invertir todos los recursos que sean necesarios para prevenir la enfermedad, y posteriormente para curar a los enfermos.
No se puede dejar todo a la esperanza de una vacuna que todavía no está lista, y que llega a levantar polémicas y expectativas en los países desarrollados. Nuestra suerte inmediata en los problemas de salud es hacer frente en el acto, en lo inmediato, a la prevención del coronavirus.
La tregua llega a su fin y los partidos de oposición están dando filo a sus espadas, Pero es bueno que se tenga en cuenta que la concertación y el diálogo no se pueden abandonar en una sociedad civilizada. Hay luchas que se avecinan, y queda por ver como las enfrenta y resuelve el presidente Abinader. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
manuel25f@yahoo.com
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