A Pleno Sol
Las recién transcurridas elecciones norteamericanas dejan ver con toda su crudeza los profundos e irreconciliables fraccionamientos que tiene la democracia de los Estados Unidos. La lucha por el poder es sin tregua y en ocasiones sin resguardos éticos.
Tradicionalmente los demócratas y los republicanos tienen la misma plataforma política. Unos se pintan de liberales y otros de conservadores, pero mantienen los mismos principios y acciones cuando de representar al poder imperial se trata.
Aparte de los recursos publicitarios, la historia hasta ahora era de que no habían cambios significativos, si eran los demócratas o los republicanos, los que estaban en la Casa Blanca.
En la política exterior ambos utilizan el puño de hierro para someter a los países del tercer mundo.
Pero la disputa ahora es interna. No es la primera vez que ello ocurre, pero en ocasiones anteriores las partes pudieron llegar a acuerdos de convivencia. En esta etapa esas negociaciones se darán, aunque la gran unidad norteamericana quedará fragmentada por largo tiempo.
El principal fraccionamiento en época moderno ocurrió con la guerra de Vietnam. El pueblo norteamericano enfrentó a sus gobernantes y logró sacar a sus muchachos del sudeste de Asia. Pero el gran país del Norte logró reunificarse con el paso de los años.
También se presentaron fragmentaciones con la lucha por los derechos civiles que encabezó el reverendo Martin Luther King.
La discriminación racial partió en varios pedazos a los norteamericanos, pero no tocó la espina dorsal de la sociedad, y de sus círculos de poder. Ahora llega la crisis política, en momentos de reflujo económico, y con los Estados Unidos perdiendo la hegemonía como gran potencia.
Donald Trumhp quiere mantenerse en la presidencia norteamericana pero no hay dudas de que el peso de la opinión pública lo ve como perdedor, y no podrá seguir en la Casa Blanca a la fuerza.
Joe Baden fue vicepresidente de Barah Obama, y fue el ganador de la contienda, de acuerdo a los resultados electorales. Ya hay interrogantes de la posición que obligatoriamente tendrá que tomar el poderoso estamento militar.
Los grandes imperios han caído debido a fraccionamientos internos. Su principal enemigo han sido las luchas internas por el poder. Estados Unidos es sacudido por estos aletazos que ponen en peligro su democracia.
Queda claro que la unidad será imposible en el Norte de hoy, si primero no terminan con las grandes injusticias intestinas, y con el apabullante poder de la fuerza para doblegar a los países del tercer mundo. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
Comentarios sobre post