Redacción (VOA).- La comunidad de Parkland, en la Florida, está conmemorando este viernes el segundo aniversario de la matanza en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas que dejó 17 muertos y ha calado en la conciencia estadounidense como un ejemplo de cómo un hombre armado puede destruir tantas vidas jóvenes.
Catorce estudiantes y tres empleados fueron asesinados el Día de San Valentín de 2018. Otras 17 personas sufrieron heridas. El acusado del crimen, un antiguo estudiante de la escuela, está a la espera de juicio y podría ser condenado a muerte.
En los días posteriores a la matanza, muchos esperaron que fuera el comienzo del fin para estos incidentes, especialmente en las escuelas. Sin embargo, desde el ataque, han ocurrido otros casos muy sonados de tiroteos masivos en Estados Unidos.
Un ataque en la escuela secundaria de Santa Fe, en el área metropolitana de Houston, Texas, tres meses después, dejó 10 muertos, de ellos ocho estudiantes.
Trece tiroteos masivos han ocurrido en los dos años desde Parkland: en la oficina de un periódico en Annapolis, Maryland; en una sinagoga en Pittsburgh, Pennsylvania; en un club nocturno en Thousand Oaks, California, y en una tienda Walmart de El Paso, Texas, entre otros.
Activismo
Desde la matanza de Parkland, los sobrevivientes han organizado una ola de activismo estudiantil, con marchas, abandono de las clases, y otras actividades demandando leyes de más estrictas de posesión de armas de fuego en Estados Unidos.
El Giffords Law Center para Prevenir la Violencia con Armas de Fuego reportó en su informe de 2019 que 137 leyes de seguridad con armas de fuego fueron emitidas en 32 estados y el Distrito de Columbia desde Parkland.
A nivel nacional, sin embargo, persisten grandes desacuerdos entre los políticos sobre qué es lo mejor para eliminar la violencia con armas de fuego.
Muchos de la izquierda política piden leyes más fuertes y en el otro extremo los políticos prefieren mayores medidas de seguridad y tratamiento médico para los agresores potenciales antes que cometan sus crímenes.
En un intento para proveer a los políticos, académicos y al público en general más información sobre los ataques masivos, el Violence Project, un centro de estudios no partidista creó una novedosa base de datos sobre este tipo de crímenes.
Este trabajo examina detalladamente la formación y motivación de quienes cometieron asesinatos en masa, con el objetivo de tratar de comprender por qué llegaron a tales extremos.
La base de datos cubre todos los tiroteos en masa ocurridos en Estados Unidos desde 1966 a 2019, que suman 167. Los asesinatos derivados de otras actividades criminales, como violencia de pandillas y robos a mano armada, u otros categorizados como violencia doméstica no fueron incluidos.
Segú el Violence Project, casi todos los que cometen asesinatos masivos tienen en común un trauma en la niñez y exposición a la violencia siendo niños; un sentimiento de agravio o un momento de crisis; necesidad de validar sus creencias, en parte estudiando tiroteos masivos anteriores para encontrar inspiración, y los medios para cometer el crimen.
El Violence Project está llamando a más decisiones basadas en evidencias para prevenir nuevos tiroteos, atendiendo a los datos de los casos anteriores.
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