Roma (FAO-Noticias).- Los precios mundiales de los alimentos subieron por tercer mes consecutivo en agosto, impulsados por una demanda en general más firme y por el debilitamiento del dólar estadounidense, según un informe publicado este jueves por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El índice de precios de los alimentos de la FAO, que realiza un seguimiento de los precios internacionales de los productos alimenticios más comercializados, alcanzó un promedio de 96,1 puntos en agosto, esto es, un 2,0% más que el mes anterior y su nivel más elevado desde febrero de 2020.
El índice de precios de los cereales de la FAO subió un 1,9% desde julio y registró un promedio del 7,0% por encima del valor de agosto de 2019, siendo los cereales secundarios los que lideraron la subida. Los precios del sorgo subieron un 8,6% y se situaron un 33,4% por encima del nivel de hace un año, principalmente de resultas de la fuerte demanda de importaciones en China. Los precios del maíz subieron un 2,2% a raíz del temor de que los recientes daños en los cultivos en Iowa repercutirían en la oferta. Los precios internacionales del arroz también subieron, sustentados por la escasa disponibilidad estacional y la creciente demanda en África.
El índice de precios del azúcar de la FAO subió un 6,7% desde el mes anterior, debido a las perspectivas de disminución de la producción a consecuencia de condiciones meteorológicas desfavorables en la Unión Europea y Tailandia, segundo mayor exportador de azúcar del mundo, así como de la fuerte demanda de importaciones en China.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO aumentó en un 5,9%, impulsado por la subida de los valores del aceite de palma en particular, pero también de los de los aceites de soja, girasol y colza. Las variaciones obedecen fundamentalmente a las perspectivas de disminución de la producción en los principales países productores de aceite de palma sumada a la firme demanda mundial de importaciones.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO se mantuvo prácticamente sin variación desde julio, con una disminución de las cotizaciones del queso y la leche entera en polvo provocada por las expectativas de cuantiosas disponibilidades exportables estacionales en Oceanía, mientras que los precios de la mantequilla subieron a raíz de la reducción de las disponibilidades exportables en Europa a consecuencia de la ola de calor de agosto, que causó una disminución de la producción lechera.
El índice de precios de la carne de la FAO también se mantuvo prácticamente sin variación desde julio, aunque se encuentra un 8,9% por debajo de su nivel en agosto de 2019, dado que el efecto de la menor demanda de importaciones de carnes de bovino, aves de corral y ovino se vio compensado por el aumento repentino de la demanda de importaciones de carne de cerdo en China.
Actualización de las perspectivas sobre los cereales
La FAO también rebajó su pronóstico acerca de la producción mundial de cereales en 2020 en 25 millones de toneladas en comparación con la previsión de julio, debido principalmente a las expectativas de un descenso de la producción de maíz en los Estados Unidos de América. Sin embargo, pese a esta disminución, ese resultado seguiría representando un máximo histórico, superior en 58 millones de toneladas a la producción de 2019.
Los pronósticos indican cosechas récord de maíz en la Argentina y el Brasil, mientras que se prevé que la producción mundial de sorgo crezca un 6% en comparación con el año pasado. También se prevé que la producción mundial de arroz en 2020 alcance un nuevo récord de 509 millones de toneladas.
Pueden consultarse estimaciones más detalladas en la nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales, también publicada en el día de hoy.
El nuevo pronóstico de la FAO sobre la utilización mundial de cereales en 2020/21 asciende a 2.764 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 2,0% anual.
Según las previsiones, las existencias mundiales de cereales subirán un 1,7% y alcanzarán los 895,5 millones de toneladas al cierre de las campañas de 2021, lo que se traducirá en una relación entre las existencias mundiales de cereales y su utilización del 31,8%, tasa ligeramente inferior a la de julio pero aun así relativamente elevada desde una perspectiva histórica.
El comercio mundial de cereales en 2020/21, impulsado por el incremento previsto de los envíos de arroz y cereales secundarios, se cifra actualmente en 441,4 millones de toneladas, es decir, un 1,6% por encima del nivel de 2019/20.
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