Que alegría ver como la comunidad capitalina se está empoderando de su presente y futuro medio ambiental. La reducción de la población de Bambusas en el emblemático Parques de LAS LUCES o Zoológico Viejo, para los de mi generación, 1954; representa un impacto negativo, aunque, no estén vulnerando los que se encontraban detrás de las antiguas jaulas de los grandes felinos, sino, los que se ubicaban en el posterior de la vieja CONCHA ACÚSTICA que existía donde hoy se encuentra el CONSERVATORIO NACIONAL DE MUSICA (CNM). También, reconozco que las bambusas son plantas introducidas, fáciles de reproducir y consideradas las de más rápido crecimiento. No afecta su reducción entre un 15 a 20 %, como se expresaron los responsables.
Ahora bien, colocar PALMAS INTRODUCIDAS como las mencionadas datileras, cola de Zorro y/o cualquier otra, es una agresión a nuestro BIOMA INSULAR llamado, LA ESPAÑOLA. Esos señores, que se AUTONOMBRARON, demostraron un desconocimiento TOTAL de las normativas de siembra del Ayuntamiento del distrito nacional (ADN) y de los conceptos elementales de las reglas de ecología y el nuevo paisajismo de conservación.
En su isla y la mía, La Española, contamos con un 36% de plantas ENDÉMICAS, plantas éstas, que junto a las NATIVAS fueron y son, las que dan forma y conservan este sistema insular. Junto a esas plantas, se desarrolló la existencia de sus dispensadores, polinizadores y protectores simbióticos, como las 32 especies de AVES ENDÉMICAS que poseemos de manera EXCLUSIVA y de ÚNICO HOGAR NATURAL en el mundo; fuera de las nativas y las que nos visitan de manera temporal, que dieron origen a nuestra existencia como lugar de VIDA. Desde que nuestra isla se separó del continente, esas plantas, aves, reptiles, peces y mamíferos recibieron protección y alimento de ese bosque prístino.
Se mostró un AGUDO DESCONOCIMIENTO, cuando preguntó para justificar una acción abominable de corte, citó ¿Para qué sirve una mata de Jabilla?
Olvidaron que tenemos una Jabilla NATIVA (Hura crepitans), que conserva el agua en nuestras cuencas y en lugares como ese parque, también juegan su rol de conservación de las aguas del subsuelo. De nuevo se equivocó. Favor no confundir nuestra Jabilla, con la introducida basura ecológica la llamada Jabilla Americana (Aleurites fordii). Atención, AMIGOS AUTONOMBRADOS, no nos van a impresionar con mencionar nombres pomposos ni su capacidad recaudadora de dinero con cualquier intención; tenemos MUCHAS PALMAS ENDÉMICAS Y NATIVAS que pueden jugar el CORRECTO ROL que demanda el paisajismo de conservación y moderno.
Una sugerencia vital es contactar a los botánicos y maestros de la conservación Ricardo García y Francisco Rodríguez Jiménez del Jardín Botánico Nacional, para tener referentes ecológicos.
Les daré algunas orejas de palmas nuestras, endémicas, que necesitan conocer y sembrar en nuestra ciudad si queremos proteger, nuestra ciudad y nuestro patrimonio ambiental.
Cito: Guaney, Guano de Baní, Guano de la Sierra, Guanito, Palma de la española, Cacheo, Palmas Canas, Cualquiera de las demás coccotrhinas que tenemos (No coloco su nombre Binominal, solo el común).
Ventajas: Resisten más sequías, vientos y huracanes, tenemos los dispersadores naturales como las aves, menos posibilidades de reacciones alérgicas a las personas, raíces profundas y poco expansivas, tienen MILES de años con nosotros, son PRECIOSAS y van a nutrir la cultura Medioambiental de nuestro PUEBLO.
El autor es presidente Colegio Dominicano de Médicos Veterinarios (COLVET)
809 761 7310
24/7/2020
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