Bogotá, Colombia.- El artista colombo estadounidense Falquez y el músico y compositor cubano Pavel Urkiza comienzan el año con el lanzamiento de «Río Arriba», un proyecto que une sus estilos y visiones artísticas.
«Río Arriba» es una oda al espíritu resiliente que navega contracorriente. Explora la búsqueda de identidad y propósito en un mundo lleno de desafíos. Temáticamente, aborda la soledad, el rechazo y la transformación personal, encapsulando un viaje hacia la autoaceptación y la libertad.
La canción fusiona elementos de música andina, rock alternativo y folk contemporáneo. Con guitarras acústicas y eléctricas, percusiones profundas, y un timple que evoca raíces ancestrales, la canción ofrece una atmósfera envolvente que conecta lo introspectivo con lo universal.
«Queremos conectar emocionalmente con la audiencia y posicionar la canción en mercados clave de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos. También buscamos establecer una base sólida de oyentes y presentar un repertorio colaborativo que refleje nuestra versatilidad musical», comentaron.
«La canción busca resonar con una audiencia global que se identifique con sus temas de resiliencia y transformación. Esperamos posicionarla en playlists, medios que se afinen con la temática y conectar emocionalmente con oyentes de diversas culturas», agregan Falquez y Pavel Urkiza.
El video de «Río Arriba» se desarrolló utilizando imágenes generadas con inteligencia artificial, una decisión artística que realza la temática de la canción. Las imperfecciones propias de esta tecnología se convierten en una metáfora visual de las emociones humanas y de la vulnerabilidad que aborda la letra. A través de esta estética, el video refleja la fragilidad de la condición humana, mostrando el contraste entre la búsqueda de perfección y la autenticidad emocional.
La canción es el resultado de un esfuerzo colectivo que combina distintos talentos y sensibilidades musicales, grabada en múltiples locaciones.
Pavel Urkiza lidera la producción y los arreglos, además de contribuir con su voz, guitarra española, timple, teclados y programación, fusionando influencias afrocaribeñas y mediterráneas. Daniel Falquez aporta su voz, guitarras acústicas y eléctricas, y coros, añadiendo una sensibilidad melancólica y alternativa al tema. Ambos grabaron sus partes en el estudio personal de Pavel en Miami.
La batería, a cargo de Jorge «Gio» Montañez, fue grabada por Paolo Angulo en The Heat Studio en Pembroke Pines, mientras que el bajo, interpretado por Arián Suárez, así como la mezcla y masterización, fueron realizados por Javier Monteverde en Cezanne Producciones en Madrid, España. Estos aportes se integraron para crear un tema con dinamismo, profundidad melódica y un sonido cálido y cohesivo.