Roque Espaillat Tavárez no solo goza de dos apellidos sonoros y de mucho prestigio en la historia dominicana, sino que anda en el camino de hacerles honor a los mismos.
Graduado de medicina, aunque su verdadero oficio lo encaminó hacia los negocios, donde ha sido exitoso por su clara visión y convicción ante lo que se propone.
Así lo ha demostrado al incursionar en la política. Su entrada ha tenido ya tres «desencuentros», dos políticos, con sus «ex socios», y el otro en el ámbito familiar, que le han dado «cierta mala fama».
Sin embargo, ha salido ileso, a base de criterios y del amplio apoyo que le ha brindado gran parte de la sociedad dominicana, ya que dice lo que todos piensan.
Pero además, el Dr. Espaillat, alias «el cobrador», no es de lo que dicen o piensan y no hacen, como somos la mayoría de los dominicanos, sino que él está librando una lucha día a día, a pie y por todos los medios de difusión de la nación.
Su discurso apela a terminar con el desorden de una nación en donde sus hijos «más selectos» hacen y deshacen sin tener consecuencias con la justicia.
Es un hombre culto, campechano en el hablar. Tiene un tono autoritario, como si fuese militar, pero es más amante de la lectura, lo cual «le salva» de esa primera impresión que «destila», recordándonos un poco a Trujillo.
Su discurso a favor del Dr. Balaguer, como le vi comentar recientemente en una entrevista que hizo años atrás, me genera «ciertas dudas» de si estamos ante «un manipulador más», parte de los mismos oligarcas que generan un discurso apasionado y en favor de los desposeídos, pero «esos sentimientos» no «congenian» con el balaguerismo…
Tuve la oportunidad de que me contestara 8 preguntas que le envié a su correo, tratando con estas de «descubrir» al hombre que ha entrado como un volcán en la política nuestra, pero no logré «alcanzar» llegar a su corazón por sus respuestas cortas, directas y cargadas de emoción, exactamente como él habla.
No es que buscara que se abriera y me tratara como a un amigo, cosa que aún no somos, pero no suelo escribir de hombres basado en «mis especulaciones», como hago con la mayoría de mis escritos.
De todas formas y para no dejarlos a ustedes con «ese vacío», aquí les pongo algunas de sus afirmaciones: «Dios fue bondadoso conmigo», «El nacionalista cree que su país es el mejor del mundo, pero el patriota lo ama porque sabe que lo es», «De imprescindibles están llenos los cementerios», «Hace falta cumplir una tarea de patriotas, no de políticos». Bueno, no las copié literalmente, pero sí la esencia.
El cobrador tiene un programa de gobierno que prácticamente lo abarca todo: salud, agronomía, economía, juventud, vejez, educación, justicia, diáspora y todo lo otro de forma «eficiente y eficaz», como insinuó, y de hecho, me parecen innovadoras sus propuestas.
Especialmente le doy la razón en que la corrupción es el principal mal del que adolece la república, mismas palabras del Dr. Guillermo Moreno, dichas por años. La diferencia entre ambos candidatos es mucha; Roque Espaillat es de centro-derecha, mientras que Guillermo es de centro-izquierda.
A pesar de «las nefastas ligas» que ambos candidatos «se vieron precisados a hacer», yo se las paso, y no es que yo sea «la gran vaina», porque entiendo que en un ambiente tan corrupto y monopolizado de los partidos tradicionales, hay que buscar «el modo» de «colarse» para luego realizar los cambios.
Ya Roque Espaillat no necesita de nadie para luchar por sus objetivos. Sus discursos han calado más que los de cualquier político de las últimas décadas. Habla como el pueblo y se mezcla con este.
La gente lo quiere, lo pide. Entiende que «es el hombre esperado». Causa una sensación de «dictador y revolucionario», lo cual no coordina con el intelectual y empresario, pero también lo veo como «ese tigre» que habla y hace lo que todos quisiéramos hacer ante el descaro que vemos en todas las oligarquías del mundo.
Un Bukele criollo que tenga «los cojones» de meterle manos a todos los males que nos aquejan y que promueva «el pan, la paz y la cultura», como me contestó, agregando: «La gente quiere soluciones a sus problemas; no le importa de cuál ideología venga».
Es una pena que hayamos caído en estos trotes en donde los ciudadanos comunes y desinteresados en la administración pública se tengan que organizar para luchar contra un sistema que los ha desfalcado y burlado como corderitos.
No estoy seguro de que lo pueda conseguir el Cobrador, por muchas intenciones que tenga, ya que necesita nutrirse de «ese mismo pueblo» acostumbrado «a buscársela» en las esferas del poder político, pero dejemos que Roque Espaillat, en sus mismas palabras, le dé respuesta a «ese imposible» que veo: «La clave está en unir a los mejores corazones de la República Dominicana». «Conectarlos, inspirarlos, para cumplir una tarea de patriotas, no de políticos».
Felicito al Dr. Espaillat Tavárez, independientemente de lo que resulte ser al final del camino. Lo importante es que se diga lo que él dice y que se haga lo que está haciendo. Denunciar de forma constante, clara y valiente los nombres y apellidos de todos los oportunistas que tanto daño nos hacen. Si resulta un fiasco, no sería ni la primera ni la última. ¡Salud!
massmaximo@hotmail.com
(El autor es artista plástico dominicano residente en West Palm Beach, EEUU).