Jason Beck/MLB.com
En julio del año pasado, después de la Fecha Límite de Cambios, la pregunta que se le hizo al presidente de los Tigres, Scott Harris, fue clara: Considerando lo bien que había lanzado Jack Flaherty con los Tigres y viendo el talento de los prospectos que los Astros enviaron a Toronto por Yusei Kikuchi, ¿fue lo recibido por Flaherty menos de lo esperado?
“Rechazo ese concepto completamente”, respondió Harris en aquella oportunidad. “Estos jugadores que recibimos son muy buenos. Tuvimos la oportunidad de hacer negocios con otros equipos. Elegimos este acuerdo por algo. Creemos que estos jugadores pueden impactar en ambos lados del juego, en posiciones de lujo”.
Seis meses después, esos dos prospectos – el campocorto Trey Sweeney y el receptor dominicano Thayron Liranzo – le han dado la vuelta a esa perspectiva, tal y como esperaban los Tigres. Luego de que Sweeney se apoderó de las paradas cortas ante la ausencia del lesionado puertorriqueño Javier Báez, Liranzo terminó sólido el año en Clase-A West Michigan (OPS de 1.032 en 26 juegos) y tuvo un paso destacado por la Liga Otoñal de Arizona (OPS de 1.158 en 15 encuentros con Scottsdale).
Con el regreso de Báez, Sweeney tendrá la oportunidad de ganarse algo de tiempo de juego en las paradas cortas durante la pretemporada. De su parte, Liranzo, quien está posicionado como el sexto mejor prospecto de la organización, podría seguir ascendiendo, considerando lo hecho en Arizona.
Pero, claro, más importante que los rankings es el desarrollo del careta dominicano.
Y si Liranzo, de 21 años, continúa mejorando y desarrollándose al ritmo que demostró tras el cambio, el receptor y bateador ambidiestro tiene una oportunidad de posicionarse como uno de los mejores prospectos de receptor en el béisbol esta temporada. Ya demuestra una combinación de disciplina en el plato y poder, características que los Tigres buscan inculcar en sus prospectos. En West Michigan y en la Liga Otoñal, Liranzo acumuló más bases por bolas que ponches, y 21 de sus 46 hits entre ambas etapas fueron extrabases. La clave será su defensa, desde controlar a los corredores contrarios hasta detener los pitcheos por el suelo. Además, ya demuestra liderazgo en el manejo del cuerpo de lanzadores con su llamado de juego.
“Mi objetivo es mantenerme como receptor”, dijo Liranzo poco después de la temporada de la Liga Otoñal en una llamada de Zoom. “Quiero mejorar para mi manager, mis compañeros y mis lanzadores”.
Si Liranzo puede mantenerse detrás del plato mientras avanza por las fincas, tiene el potencial de convertirse en el mejor receptor en desarrollarse en el sistema de los Tigres desde Alex Ávila, quien fue convocado al Juego de Estrellas en su segunda temporada completa con Detroit en el 2011.
Ese progreso requiere de paciencia, especialmente con receptores y la carga de trabajo que conlleva la posición, por lo que es poco probable que Liranzo esté listo para debutar en las Grandes Ligas antes del 2026. Sin embargo, al combinar su potencial a largo plazo con el impacto inmediato de Sweeney, el equipo ha obtenido un gran retorno por poco más de dos meses de un abridor en camino a la agencia libre.
Senior Reporter Jason Beck has covered the Tigers for MLB.com since 2002.
https://www.mlb.com/es/news/tigres-se-ilusionan-con-los-prospectos-thayron-liranzo-y-trey-sweeney