Cali (Colombia).- El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la República Dominicana, Paíno Henríquez, resaltó la urgente necesidad de actuar a favor del cuidado de la Tierra, a través de una transformación financiera global que impulse un compromiso inquebrantable para construir un futuro en paz con la naturaleza.
“Requerimos una transformación de la arquitectura financiera global que nos permita una transición justa, que nos coloque en la senda hacia una economía verde, a la vez que fortalecemos nuevas formas de aprovechar de manera sostenible los recursos, a través de una economía azul y sobre todo circular, donde el desarrollo y la prosperidad no sean a costa de la devastación ambiental”, manifestó Henríquez.
El ministro brindó esas palabras durante su participación en la inauguración oficial de la Decimosexta Conferencia de las Partes del Convenio de Biodiversidad (COP16), evento que reúne a jefes de Estado, ministros y lideres mundiales en búsqueda de soluciones a la pérdida de biodiversidad.
“El resultado de estas intensas semanas de negociación debe ser un firme compromiso con nuestro planeta y recursos, en el que se valore el conocimiento tradicional y científico, a la vez que se garantice la participación de las comunidades locales, pueblos indígenas, sociedad civil, sector privado, mujeres, jóvenes y niños. Ese es nuestro objetivo y sabemos que con esfuerzo colectivo podemos lograrlo”, señaló.
Henríquez expresó que el cambio que necesita el mundo para que las futuras generaciones disfruten plenamente de los recursos que se derivan de la biodiversidad, depende de las decisiones que sean tomadas en ese foro.
“Así que hoy, no hablamos solo de desafíos y amenazas; hablamos de esperanza, de responsabilidad compartida y de nuestro compromiso inquebrantable de construir un futuro en paz con la naturaleza”, indicó.
Además, en su discurso, el ministro destacó los avances logrados por la República Dominicana con el proyecto 30×30, una iniciativa global que busca que los Gobiernos protejan el 30 % de la superficie terrestre y oceánica del planeta para 2030.
“Somos un pequeño Estado insular en desarrollo, pero los retos, desigualdades y desafíos tradicionales que países como el nuestro enfrentan, no nos han impedido alcanzar la meta de proteger el 30 % de nuestro territorio marítimo mucho antes de la fecha prevista. Meta que alcanzamos gracias al trabajo articulado con la hermana nación de Colombia”, agregó.