San Juan (Puerto Rico).- La Guardia Costera informó que devolvió a 47 migrantes a República Dominicana, entre el jueves y el domingo, luego de tres interdicciones separadas de viajes de migración marítima irregulares e ilegales en aguas del Pasaje de la Mona, cerca de Puerto Rico.
Diez de los migrantes interceptados permanecen bajo custodia de los Estados Unidos para enfrentar un proceso federal por parte del Tribunal de Distrito de los EEUU de Puerto Rico, por una serie de cargos separados, incluido el intento de reingreso a los Estados Unidos bajo el Título 8 del Código de EEUU 1326, el ingreso ilegal a los Estados Unidos bajo el Título 8 del Código de EEUU 1325 y el incumplimiento de la obligación de virar a la borda bajo el Título 18 del Código de los EEUU 2237.
La interdicción más reciente ocurrió el sábado por la tarde, después de que la tripulación de un avión de la Estación Aérea de la Guardia Costera en Miami, avistó una embarcación improvisada sospechosa que transitaba al suroeste de la Isla de Mona, Puerto Rico.
Los guardacostas del Sector San Juan desviaron el escampavías Paul Clark, para realizar la intervención. Una vez en la escena, la tripulación del escampavías desplegó el barco Over the Horizon para perseguir la embarcación sospechoso, la cual fue detenida y embarcó a 27 inmigrantes, 22 hombres y cinco mujeres, de los cuales 24 afirmaron ser ciudadanos de la República Dominicana y otros tres aseguraron que eran haitianos.
Veintidós inmigrantes de este caso fueron repatriados a un buque de la Armada de la República Dominicana frente a Punta Cana, República Dominicana, el domingo, mientras que otros cinco fueron transferidos el lunes a la custodia de la Patrulla Fronteriza de los EEUU en Aguadilla, Puerto Rico.
La segunda interdicción ocurrió el viernes por la mañana, después de que la tripulación de un avión de la Estación Aérea de la Guardia Costera de Miami, avistó un buque improvisado de 25 pies al sur de la Isla de Mona, Puerto Rico.
Desde el Sector San Juan desviaron la tripulación del escampavías Paul Clark para interceptar el buque sospechoso. Una vez en la escena, y después de la interdicción, embarcó a 17 hombres y seis mujeres que afirmaron ser ciudadanos de la República Dominicana. 19 migrantes de este caso fueron repatriados a un buque de la Armada de la República Dominicana frente a Punta Cana, República Dominicana, mientras que otros cuatro fueron transferidos a la custodia de la Patrulla Fronteriza de los EEUU en San Juan, Puerto Rico, el domingo.
La primera de las tres interdicciones ocurrió el 23 de octubre de 2024, cuando el escampavías Joseph Napier, de la Guardia Costera, detuvo una embarcación improvisada de 26 pies, luego de que la tripulación de una aeronave de patrulla marítima avistara la embarcación sospechosa en aguas al norte de Aguadilla, Puerto Rico.
La tripulación embarcó a los siete migrantes, incluidos seis hombres y una mujer, que afirmaron ser ciudadanos de la República Dominicana. Seis de los migrantes de este caso fueron repatriados a la República Dominicana, mientras que otro migrante que esperaba ser procesado, fue transferido a la custodia de la Patrulla Fronteriza de EEUU, el 24 de octubre de 2024.
El comandante Matthew Roman, jefe de respuesta del Sector San Juan, dijo que “el trabajo diario que realizan nuestros vigilantes y las unidades de respuesta de la Guardia Costera y las agencias asociadas es fundamental para detener los viajes migratorios ilegales en el mar y sacar a los migrantes de un entorno muy peligroso”.
Roman exhortó a cualquier persona que esté pensando en participar en uno de estos viajes a que no confíe su vida a los contrabandistas de personas. “No se hagan a la mar, estos viajes son extremadamente peligrosos y con mayor frecuencia, se realizan a bordo de embarcaciones extremadamente sobrecargadas y no aptas para navegar y no tienen equipo para salvar vidas. En su lugar, busque vías de migración seguras, ordenadas y legales”.
La Guardia Costera reitera que a los migrantes que sean interceptados en el mar o detenidos en tierra no se les permitirá permanecer en los Estados Unidos ni en un territorio estadounidense. Además, cualquier persona que llegue ilegalmente puede ser declarada no elegible para opciones de libertad condicional de inmigración legal y ser repatriada a su país de origen o devuelta al país de partida.