Por César Rodríguez
En el gran set de filmación que es la República Dominicana, una estrella brilla con luz propia: la Ley 108-10. Si el cine dominicano fuera una película épica, esta ley sería nuestro protagonista indiscutible, el héroe que ha transformado nuestro paisaje cinematográfico en un escenario de éxito internacional.
Pero, como en toda buena trama, nuestro protagonista enfrenta adversidades. Algunos antagonistas sugieren que es hora de «cortar la escena» y dejar atrás esta ley fundamental. Sin embargo, como cineasta dominicano con experiencia internacional, especialmente en Estados Unidos y Puerto Rico, estoy aquí para alzar la voz: ¡No abandonemos al héroe de nuestra historia!
Primer Acto: Un Guión de Éxito en 2023
El año 2023 no fue solo un buen año para el cine dominicano; fue un verdadero blockbuster económico:
- Aporte Récord: RD$12,817 millones inyectados a la economía nacional.
- Rodajes en Auge: 120 producciones (75 nacionales y 45 internacionales) convirtieron nuestro país en un set bullicioso.
- Estrella del PIB: Más del 1% del Producto Interno Bruto provino del sector cinematográfico, una cifra que haría sonreír a cualquier productor ejecutivo.
Estos números no son efectos especiales; son el resultado tangible del impulso proporcionado por la Ley 108-10.
Segundo Acto: El Reparto Estelar de la Economía Naranja
Nuestra industria no es una película de un solo actor; es un elenco de miles, diverso y vibrante. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha elaborado un informe revelador, por encargo de Netflix, que pone en perspectiva el impacto económico de la industria audiovisual en Latinoamérica.
Imaginen esto: por cada 100 personas contratadas directamente en la industria, entre 50 y 70 personas adicionales consiguen empleo en otros sectores. ¡Es como si cada actor principal trajera consigo todo un equipo de producción!
Pero el espectáculo no termina ahí. Más de dos tercios de las ganancias de esta industria se destinan a otros sectores dentro de su cadena de suministro. Es como si nuestro protagonista compartiera el escenario con un elenco de apoyo que incluye servicios profesionales, construcción, textiles y publicidad. Por cada US$10 invertidos en la industria audiovisual, se generan entre US$6 y US$9 adicionales en la cadena de suministro. ¡Un verdadero taquillazo económico!
En nuestro país, el efecto dominó ha sido impresionante:
- Empleos de Primera: Más de 25,000 puestos generados en República Dominicana, con un impresionante 55% ocupado por mujeres, rompiendo barreras en la industria.
- Nuevos Talentos en Escena: Más de 375 empresas emergentes, desde productoras hasta servicios especializados.
- Proveedores Locales en el Spotlight: El 88% son micro y pequeñas empresas que aportan autenticidad y sabor local a nuestras producciones.
Este reparto diverso ha dado vida a la economía naranja, ese género económico que fusiona creatividad y cultura para generar riqueza y oportunidades. ¡Una producción que merece todos los aplausos!
Interludio Internacional: Lecciones del Cine Global
Los gobiernos de todo el mundo han visto la luz de las cámaras. Reconocen que la industria audiovisual no es solo un espectáculo, sino un motor económico de primera. Se estima que el mercado mundial del cine y el entretenimiento alcanzará la impresionante cifra de US$170 mil millones en 2030, con un crecimiento anual del 7,2% hasta ese año. ¡Eso es más que el presupuesto de muchas naciones desarrolladas!
Estados Unidos
La industria del cine norteamericano, el equivalente a una saga de superhéroes en taquilla, es con creces, la más poderosa del mundo, aportando US$504 mil millones a su economía, representando el 3,2% de su PIB.
No es de extrañar que desde 2012, Estados Unidos haya subvencionado su industria con más de US$25 mil millones anuales, y 38 de sus 50 estados ofrezcan incentivos significativos para atraer producciones. Es como si cada estado fuera un estudio compitiendo por la próxima gran película.
Encabezando la lista está California, la cuna de Hollywood, donde las producciones pueden acceder a generosas exenciones fiscales. Otros estados como Louisiana, Michigan y Carolina del Norte también ofrecen incentivos similares, aunque Georgia se ha consolidado como el «Hollywood del Sur», atrayendo superproducciones y generando empleos dignos de alfombra roja.
Corea del Sur
Esta potencia asiática ha creado su propio género cinematográfico en la economía, ya que el mismo gobierno ha invertido directamente en su industria del entretenimiento, creando un fenómeno mundial conocido como la «Ola Coreana» o Hallyu. Aunque invierte solo US$200 millones en cine, sus producciones generaron ingresos de US$1,500 millones el año pasado, casi el mismo valor que la economía surcoreana en 1973 ¡Un retorno digno de un Oscar!
Europa
El Viejo Continente, pionero en la adopción de incentivos fiscales para el cine, ha sabido mantener su liderazgo en la industria cinematográfica. Adaptándose a los desafíos del siglo XXI, Europa ofrece un entorno creativo y competitivo que ha permitido a sus producciones mantenerse a la vanguardia y competir con éxito en el mercado global.
18 países europeos, incluidos Alemania, Bélgica, Polonia y el Reino Unido, ofrecen incentivos a sus producciones cinematográficas. Reino Unido invierte £800 millones en su cine, mientras que Francia subsidia con €700 millones y España con €167 millones, reconociendo el impacto económico y cultural de la industria audiovisual. Es como un festival de cine, pero con beneficios económicos.
América Latina: Latinwood en ascenso
Nuestros vecinos también están escribiendo su propio guión de éxito. Argentina, Brasil y México lideran en Latinoamérica con fuertes incentivos fiscales para sus industrias audiovisuales, que generaron ingresos de aproximadamente US$20 mil millones en 2021.
Por cada 100 empleos directos, se crean hasta 73 adicionales en otros sectores de la economía.
En México, por cada $200 millones de pesos invertidos en forma directa en la industria audiovisual, se generan $127 millones en forma indirecta en la cadena de suministro. Por cada 100 personas empleadas, se contratan 66 personas adicionales en otros sectores de la economía.
En Argentina, por cada $10 millones de pesos invertidos en forma directa en la industria audiovisual, se generan $19 millones en forma indirecta en la cadena de suministro. Por cada 100 personas empleadas, se contratan 73 personas más en otros sectores de la economía.
En Brasil, por cada $10 millones de reales invertidos en forma directa en la industria audiovisual, se generan $29 millones en forma indirecta en la cadena de suministro. Por cada 100 personas empleadas, se contratan 54 personas más en otros sectores de la economía.
Entre 2008 y 2012, el mercado cinematográfico de Latinoamérica y el Caribe experimentó un crecimiento exponencial, ¡superando en siete veces el de Europa, Oriente Medio y África combinados, y quintuplicando el de Estados Unidos!
Tercer Acto: Los Giros de la Trama-Artículos 34 y 39
La Ley 108-10 tiene dos pilares que sostienen nuestro argumento:
1) Artículo 34: El director local. Fomenta la producción nacional, apoyando a los cineastas dominicanos para que narren nuestras historias con voz propia.
2) Artículo 39: La estrella internacional. Atrae producciones extranjeras, posicionando a la República Dominicana como un destino cinematográfico de clase mundial.
Eliminar uno de estos artículos sería como quitar el sonido a una película musical: simplemente no funcionaría. Juntos, crean un ecosistema donde lo local y lo global coexisten y se potencian mutuamente.
Clímax: El Riesgo de «Cortar la Escena»
Si permitimos que la Ley 108-10 sea derogada o debilitada, el desenlace podría ser dramático:
- Desempleo Masivo: Miles de profesionales quedarían fuera de escena.
- Apagón Cultural: La economía naranja perdería su brillo, afectando no solo al cine sino a sectores creativos y culturales interconectados.
- Desaparición del Set Global: República Dominicana dejaría de ser el destino de filmación soñado, impactando negativamente en el turismo y la imagen internacional del país.
- Silencio en la Pantalla: Nuestras historias, cultura e identidad perderían su voz en el cine.
Desenlace: El Futuro que Merecemos Filmar
En lugar de «cortar la escena», es momento de darle continuidad a esta historia de éxito. La Ley 108-10 ha demostrado ser el director visionario que nuestra industria necesita, guiándonos hacia un futuro lleno de posibilidades.
Fade Out: Una Invitación a la Acción
La película del cine dominicano aún tiene muchas secuelas por delante. No dejemos que termine aquí. Al contrario, tomemos asiento en la sala de proyección del futuro, preparemos las cocalecas del progreso y sigamos apoyando a la Ley 108-10, el verdadero héroe de nuestra narrativa cinematográfica. Defendamos a nuestro protagonista. Mantengamos las cámaras rodando y asegurémonos de que el cine dominicano siga brillando en las pantallas del mundo.
Créditos finales : Un Aplauso para los Verdaderos Protagonistas
Como en toda gran producción, es hora de los créditos finales, ese momento en que reconocemos a todos aquellos que han hecho posible esta magnífica película llamada «Cine Dominicano».
Un aplauso de pie para:
- Los visionarios legisladores que creyeron en el potencial de nuestra industria y dieron vida a la Ley 108-10. Su guión legislativo ha sido la base de nuestro éxito.
- Las empresas inversionistas que, como Altice, líder en telecomunicaciones en República Dominicana, han demostrado su compromiso con la industria cinematográfica local, invirtiendo $500 millones de pesos en los últimos nueve años.
- Los incansables técnicos, esos magos detrás de cámaras que convierten cada set en un universo de posibilidades. Sus manos expertas han moldeado la calidad de nuestras producciones.
- Nuestros talentosos actores y actrices, que han dado rostro y voz a las historias dominicanas, llevando nuestra cultura más allá de nuestras fronteras.
- Los meticulosos abogados y contables, esos héroes sin capa que navegan las complejidades legales y financieras, asegurando que cada producción cumpla con las normas y aproveche al máximo los beneficios de la ley.
- Los audaces productores y directores que se atrevieron a soñar en grande y apostaron por el cine dominicano cuando era apenas una promesa.
- Las empresas locales y proveedores que han crecido junto a la industria, proporcionando servicios de calidad mundial.
- Las instituciones educativas que están formando a la próxima generación de cineastas dominicanos.
- Los distribuidores y exhibidores, los encargados de que el telón se levante, de que las luces se apaguen y de que la magia del cine dominicano llegue a cada rincón del país y más allá.
- Y, por supuesto, al público dominicano e internacional que ha llenado las salas de cine, demostrando que nuestras historias merecen ser contadas y vistas.
Todos ellos, en conjunto, han mantenido vibrante y en crecimiento una industria que hace apenas una década era considerada emergente. Hoy, gracias a su dedicación, talento y fe inquebrantable, el cine dominicano brilla con luz propia en la pantalla grande del mundo.
Que sigan rodando las cámaras, que siga el espectáculo, que continúe esta maravillosa película llamada Cine Dominicano. ¡Hasta la próxima función!.
cucubanofilms@gmail.com
(El autor es cineasta dominicano residente en Carolina del Norte, EEUU).