San Juan (Puerto Rico).- La tripulación del escampavía Joseph Tezanos, de la Guardia Costera de Estados Unidos, devolvió el miércoles a 109 migrantes a las autoridades en San Pedro de Macorís, República Dominicana, el miércoles, luego de dos interdicciones separadas de viajes migratorios marítimos irregulares e ilícitos en aguas del Pasaje de la Mona cerca de Puerto Rico.
Las autoridades de la Marina de la República Dominicana recibieron la custodia de los migrantes.
La primera intervención ocurrió el lunes por la tarde, luego de que la tripulación de un avión de la Guardia Costera avistó una embarcación improvisada de 20 pies al noroeste del municipio de Aguadilla, Puerto Rico; y los vigilantes en el Sector San Juan desviaron el escampavía Tezanos para interceptar la embarcación sospechosa.
Luego de la interdicción, la tripulación del escampavía embarcó a 12 migrantes, 11 de los cuales afirmaron ser ciudadanos de la República Dominicana, mientras que otro aseguró ser haitiano.
La segunda intervención también ocurrió el lunes por la tarde, después de que una tripulación de un avión de la Guardia Costera avistó una embarcación improvisada de 30 pies al noroeste de Aguadilla, Puerto Rico.
Las tripulaciones de una aeronave de control de Operaciones Aéreas y Marinas del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza y la de un helicóptero de la Guardia Costera de las Islas Turcas y Caicos, también ayudaron a mantener la vigilancia aérea de la embarcación mientras las unidades de superficie llegaban al lugar.
Una vez en el lugar, las unidades marinas de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción de la Policía de Puerto Rico y del escampavía Joseph Tezanos, de la Guardia Costera, interceptaron la embarcación sospechosa. Después de la interdicción, la tripulación del Tezanos embarcó de manera segura a 98 migrantes, de los cuales 28 aseguraron eran ciudadanos de la República Dominicana, mientras que otros 70 señalaron ser haitianos.
“Estas sólidas alianzas y la interoperabilidad efectiva que se demostró entre las unidades aéreas y terrestres de las Fuerzas Conjuntas de Acción Rápida de la Guardia Costera, Aduanas y Protección Fronteriza y la Policía de Puerto Rico, garantizaron la seguridad de todos los migrantes en ambos casos”, dijo el comandante Matthew Romano, jefe de respuesta del Sector San Juan de la Guardia Costera.
Romano reiteró que “las circunstancias y condiciones que enfrentan los migrantes durante estos viajes son sumamente peligrosas. La mayoría de las veces, se ven obligados a embarcarse en embarcaciones improvisadas no aptas para navegar y extremadamente sobrecargadas con poco o ningún equipo salvavidas. Instamos a cualquier persona que esté pensando en participar en uno de estos viajes a que no se haga a la mar poniendo en riesgo su vida y, en su lugar, busque vías de migración seguras, ordenadas y legales”.
A los migrantes que sean interceptados en el mar o detenidos en tierra no se les permitirá permanecer en los Estados Unidos o en un territorio estadounidense. Además, cualquier persona que llegue ilegalmente puede ser declarada no elegible para las opciones de libertad condicional de inmigración legal y ser repatriada a su país de origen o devuelta al país de salida.