Keegan Matheson/MLB.com
TORONTO — Vladimir Guerrero Jr. es la nueva gran esperanza.
El dominicano lo ha sido antes, el muchacho con cara de niño quien entró caminando al Rogers Centre para su debut en las Mayores hace cinco años vistiendo el jersey de su famoso padre, el Salón de la Fama Vladimir Guerrero.
Vladdy es su propio hombre ahora, un padre de familia y cuatro veces convocado al Juego de Estrellas a sus 25 años. Cuando Guerrero entró por esas puertas en el 2019 y Bo Bichette le siguió poco después, una ventana de seis años se abrió para esta organización. Tras cinco años, el equipo no ha podido lograr mucho, pero Guerrero está de regreso donde empezó, la brillante fuente de esperanza en un cuarto oscuro.
En la victoria por 6-3 sobre los Rays el miércoles, Guerrero sacudió su quinto cuadrangular en seis juegos y su 18vo de la campaña, antes de batear de 3-1 el jueves en la derrota de Toronto ante Tampa Bay. Quizás el nativo de Montreal, Canadá, ya no sea más ese temido cañonero de 50 jonrones por temporada que el mundo del béisbol soñó con ver cuando era el mejor prospecto de todo el béisbol, uno que castigaba a los lanzadores de las menores noche tras noche. Sin embargo, finalmente está asumiendo una identidad que nos hace revivir por primera vez aquella brillante temporada del 2021.
“Es capaz de hacer cosas que otros no pueden hacer”, declaró el piloto de los Azulejos John Schneider.
Muchas cosas han cambiado desde que Guerrero debutó en la Gran Carpa. Las deficiencias mostradas en las últimas campañas son suyas, no de aquellos del núcleo que llegó antes de él. Algunas de las frustraciones en esta ventana pertenecen a Guerrero, quien pasó un par de campañas jugando solamente un buen béisbol – y no espectacular — cuando los Azulejos más lo necesitaban, pero repentinamente llegó la hora de hablar del futuro. Con estrellas como Guerrero, que son tan buenas a corta edad, el futuro se siente siempre bien distante, pero las realidades del béisbol están tocando la puerta.
Si los Azulejos de verdad piensan que pueden competir por una Serie Mundial en el 2025, el último año de control contractual para Guerrero y Bichette, entonces Guerrero necesita estar al frente. Si esta organización visualiza un desmantelamiento completo en el 2026 y más allá de eso – lo cual no debería de suceder, dada la probada capacidad de los Azulejos para gastar algo de dinero — Guerrero puede todavía ser el rostro de esta siguiente ventana de oportunidad.
“Yo controlo lo que puedo controlar. Éste es mi equipo”, dijo Guerrero. “Cada día, voy a llegar aquí y dar lo mejor de mí para ayudar al club. Sé que están circulando rumores de cambio por ahí, pero yo voy a controlar lo que puedo controlar”.
Si se trata de una reconstrucción ligera, una reestructuración o sólo un pequeño giro, Guerrero puede encajar. Si los Azulejos tropiezan de nuevo el próximo año, el dominicano estará en conversaciones de cambio – esas mismas conversaciones en las que se encuentra ahora mismo – pero los Azulejos podrían todavía tener su oportunidad de mantener a Guerrero en Toronto a largo plazo, incluso si un viaje al mercado libre forma parte del proceso – a menos de que Guerrero conmocione al mundo del béisbol firmando una extensión con los Azulejos a un año de ser elegible para la agencia libre.
Después de todo, Guerrero todavía puede ser el rostro de esta organización. Incluso entre sus cuadrangulares más recientes, cada pelota que Guerrero conecta es un cohetazo.
“Es bien divertido verlo jugar ahora”, destacó Schneider. “Cuando combinas su talento, la confianza que se tiene, los resultados y la rutina a la que se apega, esto es lo que ves. Es un bateador peligroso en cada pitcheo que recibe. Es bien divertido verlo jugar ahora”.
Guerrero, siempre restándole importancia incluso hasta a sus mejores momentos cuando está frente a las cámaras, simplemente sonríe.
“Las cosas se están dando a mi favor ahora”, manifestó Guerrero. “Obviamente, estoy dándole a la bola bien duro. Estoy dándole a los pitcheos justo donde quiero conectarlos. Las cosas me están saliendo bien y los batazos están cayendo. Antes, hubo algunos batazos duros que no caían de hit, pero ahora me siento bien”.
Es un jugador que entretiene, sin duda. Existe la esperanza, nuevamente, de que cuando Guerrero se para en la caja de bateo, probablemente suceda algo genial. Esta temporada nos ha enseñado lo valioso que eso es. Guerrero está, de cara a su año “electoral”, subiendo como espuma en las encuestas.
Mucho se ha perdido en esta campaña, pero la esperanza de que mañana sea mejor – o el próximo año o el siguiente – sigue viva en Guerrero Jr.
Keegan Matheson está a cargo de la cobertura de los Azulejos para MLB.com.
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