No lo conozco en lo personal, sino a través de los medios de comunicación cuando convoca a la prensa para ofrecer detalles sobre las estrategias adoptadas por el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) en los tiempos de amenazas de eventos naturales.
Lo defino como un hombre poseedor de un código de responsabilidad incuestionable, que sacrifica tiempo para servirle al país de manera incondicional, aun cuando puede dedicarse a descansar tranquilo en compañía de la familia.
Le sirvió a la nación por varias décadas desde los estamentos militares. Por la dedicación al trabajo, la disciplina y vocación de servicio, escaló todos los rangos castrenses a los que aspiran los soldados: mayor general, un escalafón que da mucho poder y prestigio.
Me refiero al mayor general en retiro Juan Manuel Méndez García, que además es abogado. Ha sido el responsable de coordinar y dirigir todas las situaciones de emergencias y desastres atmosféricos ocurridos en el país desde el año 2005, destacándose en eventos como las tormentas tropicales Gustav, Hanna, Ike, Olga, Noél, entre otras. Además, en el apoyo a las operaciones conjuntas realizadas en el territorio nacional en respuesta al terremoto ocurrido en la República de Haití, en el 2010, uno de los más mortíferos de la historia y una de las catástrofes humanitarias más significativas de las que se tenga registro.
El introito que figura en los anteriores párrafos surge a propósito de unos solapados comentarios hechos contra ese correcto funcionario de parte de personas ignorantes, responsabilizándolo de las inundaciones urbanas en el Gran Santo Domingo a causa de las lluvias desplazadas por el huracán Deryl.
Habría de esperarse que esas mentes desamuebladas también lo acusaran de traer al ciclón sobre la República Dominicana y de los destrozos dejados. La ignorancia es atrevida y de ignorantes, palurdos, está repleto el mundo. Es lamentable decirlo, pero esa es nuestra realidad. Por eso estamos como estamos.
La respuesta dada por el general Méndez García a esas imputaciones irrespetuosas y desconsideradas, fueron las más adecuadas. Explicó que el colapso del Gran Santo Domingo por la tempestad no se trata de falta de preparación de las autoridades nacionales porque en Estados Unidos, Dubai y Francia, por igual, se han registrado situaciones parecidas debido al calentamiento global que es impredecible.
Ante las opiniones de que el COE no alertó a la población de la cantidad de agua que se iba a registrar, indicó que es más fácil buscar culpables que tomar las precauciones necesarias que ya habían advertido los organismos de socorro.
“Usted cree que yo quiero ver la gente o ver las instituciones colapsar o las personas afectadas, ese no es mi interés, no es el interés de las instituciones, pero también tenemos que tener en cuenta de que al momento de juzgar y de evaluar seamos más justo, porque aquí nadie anda bebiendo romo ni jugando, aquí está todo el mundo sentado trabajando; este equipo de trabajo exige respeto también, y yo he visto mucha ligereza al momento de hablar y nunca hemos tenido miedo porque siempre hemos sido responsable y tenemos 20 años al frente de esta institución siendo responsable. Aquí, ninguna emergencia me ha agarrado a mí bebiendo romo”, fue la correcta respuesta a los difamadores.
Otra certera respuesta: “Es un tema a nivel mundial, es que cuando hablamos de valores acumulados, hablamos de 24 horas y ya en dos horas, cuatro horas está cayendo lo que cae en un mes. Yo lo hago de manera responsable, yo nunca me he escondido y siempre cuando ocurre cualquier evento estoy siempre al país y estoy en mi trabajo, aquí en los últimos 20 años no ha ocurrido una emergencia en que yo no esté sentado en la oficina, aquí buscar culpable es muy fácil”.
¿Por qué culpar al general Méndez de las inundaciones? Tal parece que tratan de perjudicarlo o dañar su hoja de servicio.
Las alertas se difundieron en todos los medios de comunicación, pero pocas personas siguen los boletines de Oficina Nacional de Meteorología ni del COE. Se pasan la vida resacados, haciendo otras actividades de vagancias, improductivas, difamando y no se preocupan por las eventualidades atmosféricas.
Si estuvieran al tanto de las alertas meteorológicas emitidas por esas instituciones, entenderían el por qué de las inundaciones. Son los primeros en criticar cuando tienen el agua al cuello y los responsables en lanzar basura en los filtrantes e impedir el desagüe.
Vi unos vídeos de inundaciones barriales y sujetos disfrutando un baño en las turbias aguas. En el fondo se escuchaban voces diciendo que el gobierno y los políticos eran los culpables de esas riadas. Es el colmo de la ignorancia.
Los sabios antiguos decían que “cuando la ignorancia habla, la inteligencia siempre observa y calla”. Es un buen consejo para evitar fracasos.
General Méndez, haga suya esa frase. Lo estás haciendo muy bien. Ignore a los perros humanoides realengos que eructan comentarios maliciosos. Siga adelante con su labor impecable.
mvolquez@gmail.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).