Mi observatorio
Por fin, por fin, con el inicio de la llegada de los primeros policías de Kenya a Haití comienza a hacerse realidad el tan anhelado proceso de pacificación en el vecino país, azotado inmisericordemente por bandas de delincuentes que han hecho invivible esa nación.
Un grupo de 400 efectivos de Kenya llegó hoy a esta capital para ayudar a la Policía Nacional de Haití a combatir a las pandillas que controlan el 80 por ciento de esta capital.
El avión militar Kenya Airways KQ7681 que los transportaba, aterrizó a media mañana en la pista del Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture.
Estos 400, de mil que deberán llegar de manera escalonada, son oficiales de élite de la Unidad de Despliegue Rápido de la Policía de Kenya, quienes se sometieron a un riguroso entrenamiento, lo que garantizó que estuvieran preparados de manera óptima para la misión.
El despliegue fue aprobado por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en octubre pasado.
Otros países, además de Kenya, viajarán en breve a Haití para unirse a la gran operación, entre ellos Benín, Bahamas, Bangladesh, Barbados, Surinane y Chad.
Esta misión genera preocupación en la población haitiana en cuanto al respeto a los derechos humanos, pues algunos organismos dedicados al tema acusan a la policía kenyana del uso excesivo de la fuerza y ejecuciones extrajudiciales.
Kenya debió estar en el país antillano desde el 23 de mayo, pero unos inspectores informaron a Nairobi, que faltaban condiciones en los albergues, vehículos para el transporte de personal, helicópteros para evacuar heridos y otros elementos de carácter logístico.
De ahí que postergara su llegada aquí, donde supuestamente estará al frente de la fuerza multinacional, pero algunos medios locales insisten en que la verdadera cabeza de la operación será Estados Unidos, quien aparenta siempre estar fuera de los asuntos domésticos de Haití.
“Los pandilleros tendrán que elegir entre la cárcel y el cementerio”, expresó el embajador de la nación norteña en el país caribeño, Dennis Hankins, según el diario digital Haití Libre.
Estados Unidos -recuerdan algunos medios- es considerado aquí el culpable del caos económico, político y social que vive el país caribeño, al cual intervino militarmente en 1915 y supuestamente lo abandonó en 1934.
La mayoría de las armas y municiones que utilizan los pandilleros, que maltratan inmisericordemente a la población haitiana provienen principalmente de los Estados Unidos.
PRESIDENTE BIDEN FELICITA PROCESO
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado este martes que la llegada a Puerto Príncipe del primer contingente de policías kenianos pertenecientes a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití marca el inicio de «un esfuerzo que traerá el alivio que tanto necesitan los haitianos».
“Esta misión apoyará a la Policía Nacional de Haití a medida que aumentan sus operaciones antipandillas, desarrollan su capacidad para mantener la seguridad pública y garantizan que la ayuda humanitaria llegue a quienes la necesitan. Hemos trabajado con Kenia y otros socios para integrar medidas de rendición de cuentas y supervisión de importancia crítica en la misión”, ha declarado.
Biden ha felicitado y agradecido a «todos los países» que han prometido personal y apoyo financiero a la misión, que contará con 2.500 miembros y estará encabezada por Kenia. También incluye a Benín, Jamaica, Bahamas, Belice, Barbados, Antigua y Barbuda, Bangladesh, Argelia, Canadá, Francia, Alemania, Trinidad y Tobago, Turquía, Reino Unido y España.
EEUU ES EL MAYOR CONTRIBUYENTE FINANCIERO
“Por nuestra parte, somos el mayor contribuyente financiero de esta misión, aportando más de 300 millones de dólares y hasta 60 millones de dólares en equipos. Continuaremos nuestro acercamiento diplomático para alentar a más países a unirse a este esfuerzo, porque lo que sucede en Haití es importante para sus vecinos, la región y el mundo», ha explicado, según reza un comunicado de la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense ha expresado que «el pueblo de Haití merece sentirse seguro en sus hogares, construir una vida mejor para sus familias y disfrutar de libertades democráticas», mientras que ha aclarado que «el futuro de Haití depende del retorno a la gobernabilidad democrática». «Si bien es posible que estos objetivos no se logren de la noche a la mañana, esta misión brinda la mejor oportunidad de lograrlos», ha concluido.
«La violencia desenfrenada de las pandillas ha matado o herido a miles de niños, mujeres y hombres. Más de medio millón de personas han sido desplazadas. La violencia de género está muy extendida. Mientras las pandillas obstaculizan el acceso a suministros críticos, casi cinco millones de haitianos enfrentan ahora una grave inseguridad alimentaria», ha advertido.
PASO VITAL PARA RESTAURAR SEGURIDAD HAITI
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha subrayado que la llegada de dicha misión, «que apoyará las operaciones antipandillas de la Policía Nacional de Haití, es un paso vital para restaurar la seguridad» en el país centroamericano. Así, ha felicitado a Nairobi por liderar la misión y ha agregado que Washington continuará brindando «un sólido apoyo» junto a sus socios.
La Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH), que ha celebrado la llegada del primer contingente keniano, ha considerado que se trata de «un paso crucial en la lucha para restablecer la seguridad en la capital haitiana y sus alrededores, así como proteger los derechos de los haitianos». También ha indicado que «espera con interés el pleno despliegue» de la misión.
Haití no tiene presidente desde que a principios de julio de 2021 un grupo de sujetos armados irrumpiera en su residencia oficial para asesinarlo. Poco después, Ariel Henry ascendió al puesto de primer ministro entre críticas y tras varios años de inestabilidad. En marzo de este año presentó su dimisión tras la oleada de violencia que sacudió la nación caribeña.
Desde entonces, se ha establecido un Consejo Presidencial de Transición de Haití, liderado por el que fuera máximo representante del Senado haitiano entre 1995 y 2000, Edgard Leblanc. Este ha elegido al ex primer ministro Garry Conille (2011-2012) como nuevo jefe de Gobierno de transición. El objetivo es cubrir temporalmente el vacío político en una etapa que debería concluir con la celebración de elecciones en 2026, una década después de los últimos comicios.
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(El autor es periodista residente en Monte Plata, República Dominicana).