Por Fundéu Guzmán Ariza
Santo Domingo (República Dominicana).- No se debe confundir la voz acervo, que se refiere al conjunto de bienes culturales pertenecientes a una colectividad, con el adjetivo acerbo, que denota asperidad o crueldad.
En los medios de comunicación no es raro encontrar acerbo usado de manera inapropiada en lugar de acervo: «Es un aporte de la institución al acerbo jurídico en materia de procesos electorales y partidos políticos», «El Museo de las Atarazanas es parte de la rehabilitación de la Ciudad Colonial y agrega valor creciente al turismo en la capital dominicana y al acerbo cultural» o «Esto nos permitirá hacer gala de nuestra cultura y promover el gran acerbo literario dominicano».
Aunque suenen igual al pronunciarse, estas palabras no significan lo mismo: acervo, con v, es un sustantivo que se refiere al ‘conjunto de valores o bienes culturales acumulados por tradición o herencia’, al ‘haber que pertenece en común a varias personas’ o un ‘montón de cosas menudas’.
Mientras, acerbo (acerba), con b, es un adjetivo que significa ‘áspero al gusto’ («Un vino acerbo presenta una falta manifiesta de equilibrio») o ‘cruel, riguroso, desapacible’ (una crítica acerba, disputas acerbas).
Por lo tanto, en los ejemplos citados lo apropiado habría sido escribir «Es un aporte de la institución al acervo jurídico en materia de procesos electorales y partidos políticos»
«El Museo de las Atarazanas es parte de la rehabilitación de la Ciudad Colonial y agrega valor creciente al turismo en la capital dominicana y al acervo cultural»
«Esto nos permitirá hacer gala de nuestra cultura y promover el gran acervo literario dominicano».
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