Washington (Estados Unidos).- El presidente Luis Abinader subrayó este miércoles la carga que supone para el país la actual crisis haitiana.
La virtual ausencia de un Estado haitiano funcional desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, hace tres años, ha implicado para la República Dominicana asumir una carga desproporcionada en todos estos frentes, dijo al recibir el premio Chairman’s Award for Leadership in the Americas en la 54.ª Conferencia sobre las Américas, entregado en la capital de Estados Unidos.
«Nos hemos encontrado solos, lidiando con estos temas, sin colaboración de una contraparte haitiana efectiva que pueda imponer en su territorio el imperio de la ley. Esto ha drenado recursos necesarios para el desarrollo dominicano», expresó.
El mandatario llamó al orden internacional a responder con mayor celeridad cuando surgen situaciones de crisis profunda que desbordan las fronteras de un país e impiden la convivencia pacífica.
En ese sentido, el presidente Abinader se refirió a uno de los retos más difíciles que República Dominicana ha enfrentado en varios lustros. «Me refiero a las consecuencias del descalabro político, económico y social de Haití».
Explicó que siendo dos Estados en desarrollo que comparten una misma isla y siendo el único vecino terrestre uno del otro, la convivencia requiere un grado de corresponsabilidad en aspectos como la seguridad fronteriza, la lucha contra el delito transnacional, la gestión justa y equitativa de los recursos naturales compartidos, la gobernanza migratoria y tantos otros, de una interdependencia compleja como la nuestra.
El gobernante valoró que después de tantos años de reclamo ante las Naciones Unidas y otros foros a nuestro alcance, la comunidad internacional finalmente ha escuchado.
Esto ha dado como resultado la instalación del Consejo Presidencial de Transición en Haití y la inminente llegada de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en ese país. «Nos alientan a pensar que se ha abierto un camino hacia el restablecimiento de la paz, la seguridad y la democracia en Haití», dijo el presidente Abinader.
El mandatario agradeció a Estados Unidos, Canadá, Kenia y a los países de CARICOM, así como al Consejo de Seguridad y al secretario general de las Naciones Unidas. También, reconoció el esfuerzo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de su secretario general.
Dijo esperar que todos los sectores haitianos que se han comprometido con este camino hagan el sacrificio necesario para llevar a su nación por el complejo, pero ineludible sendero hacia la paz y la democracia.
«Es importante decir que, simultáneamente con la pacificación de Haití, el país requerirá un plan de inversión de envergadura para que el pueblo haitiano pueda tener acceso a lo esencial: empleo, salud y educación, de tal manera que puedan vislumbrar un futuro más promisorio», apuntó.