Reflexiones en campaña #23
Los amigos y ex-aliados de la cúpula palaciega están mal orientando al Presidente. Con sus odios incomprensibles atizan mucho más el fuego de la división del PLD, no sé si por inexperiencia o por venganza, tampoco sé si es que no se dan cuenta de que se están hundiendo ellos solitos. Van camino directo al precipicio y no necesitan que nadie los empuje.
Se les ha metido en la cabeza a los muy «creativos cortesanos» querer a toda costa que su candidato presidencial, Gonzalo Castillo, gane en 1era. Vuelta. Pero, ¿será con ciudadanos de Marte que buscarán los votos que le faltan? Porque para ganar las próximas elecciones les faltarán votos, y no pocos. Hay que ser muy «naif» para pensar que después del hartazgo que producen 16 años de gobierno ininterrumpido, con 17 partidos reconocidos del sistema en contra, la malquerencia de las clases medias, una diáspora que abomina todo lo que huela a PLD, con los amigos del Norte muy en contra y con una sociedad civil resuelta a sacarlos de ahí a como dé lugar, hay que estar muy mareado o francamente borracho de poder para no observar objetivamente que su deseo es un imposible.
El Presidente Medina es un artesano, un verdadero carpintero de la política, por eso me extraña esa estrategia tan infantil. No lo duden, hoy las fuerzas de la oposición, lo que ya se demostró con la frialdad de los números en las elecciones municipales de marzo, son mayoría: 58% de la oposición a 42% del Gobierno. Pero, en los votos del PLD se contaron cantidad considerable de votos de Leonel, que mandó a votar en favor de candidatos de su sector que se quedaron atrapados al ganar en las primarias del partido morado. Para comprobarlo solo tienen que ver que la FP y aliados dejo más de 80 boletas vacías, todo para apoyar a sus aguacates aliados en el PLD, o sea, que ese 42 % no es solo del peledeismo-danilista.
La cúpula palaciega, con los ataques inmisericordes y con la persecución a Leonel, lo único que lograrán es hacer que los votos del expresidente, si él no clasifica para una 2da. vuelta, se inclinen hacia Luis. Su torpeza o su odio no tienen límites, pues se trata de algo fácil de advertir de verdad. No termino de entender el porqué de las acciones erráticas de los inquilinos en desalojo del Palacio.
No le encuentro explicación al hecho de porque dividieron el PLD y maltrataron a sus aliados tradicionales, que precisamente fueron los que les ayudaron a ganar en el 2012. Será que se creen «supermanes», que los pueden vencer a todos. Semejante apuesta, tan y tan errática, no soporta el menor análisis.
Tampoco existe forma de pactar impunidad en cuarto frío con los contrarios. Los políticos no son garantes de eso y menos en este caso, en el que los adversarios, los enemigos ocultos del PLD, no están en la clase política. Los varios sectores que estarán desde el 17 de agosto en el palacio solicitando al nuevo inquilino «sus cabezas» no serán dirigentes políticos. Hoy, por la prudencia a la que me obligan las circunstancias, no mencionaré esos sectores pero, por lo bajo, todo el que ha pasado por el gobierno cuando menos se los imagina.
Los que tienen «la soga al cuello» no son precisamente los leonelistas. El altísimo riesgo lo tienen quienes han gobernado estos últimos ocho años, ¡incluyendo a todos los que de una manera u otra participamos en el mismo gobierno! Hay tanta tela por donde cortar que el ejercicio de mencionarlo huelga, están ahí, a la luz del día, ¡hay que haber perdido la dirección para no darse cuenta que están en ruta al abismo!
Danilo tiene buenos números en la encuestas de la oposición por el manejo del Covid 19. Tiene una buena lista de realizaciones, tantas que solo los ciegos pueden desconocer su inmensa obra social. Entonces, de verdad, ¿cómo uno de los mejores Presidentes se ciega y no acepta la verdad que la mayoría ve y ellos no? Somos muchos quienes no nos explicamos ese «harakiri» que, sin necesidad alguna, quieren que se haga el Presidente. He dicho en varias ocasiones que a él debe permitírsele que se rehabilite legalmente, porque no puede ser el único que se le imposibilite presentarse nueva vez y poder, por ende, defender su legado. Pero para gestionar eso a su equipo le ha faltado humildad. No dudo que lo hubiesen logrado con una actitud más mesurada.
Parten los «estrategas» de la cúpula palaciega de criterios muy simplistas para creerse ganadores de los comicios venideros. Confunden fortalecimiento con victoria, siendo que una cosa es apuntalar su candidato, cosa que de verdad creo que han hecho, y otra totalmente diferente es ponerlo en la ruta del triunfo, porque lograr obtener más de un 50% es una tarea ciclópea, que solo la genera una suma de factores y en especial alianzas electorales y votos de simpatía, que son precisamente los elementos que el PLD no tiene hoy a su favor.
Ellos están sumando los votos de la siguiente manera: 500 mil empleados del gobierno central; 1,700,000 de los beneficiarios de los programas Solidaridad, Quédate en casa y Pa’ti; otros 400 mil en el programa Fase de apoyo al sector empresarial. Esta suma ilusoria da la envidiable suma de 2,600,000 electores. Sin embargo, la efectividad política electoral de esa acciones sociales no se deben valuar en más de un 50 ó 60%, o sea, entre 1, 300,000 a 1,400, 000 votos no más. El padrón general de electores tiene hoy más de 7,500,000 electores. Como media general los estudios demuestran que es factible una concurrencia media de 50 a 55% del total de electores, por las difíciles condiciones generadas por la pandemia.
Aun así, se contará un mínimo de 3,750, 000 votos válidos, de donde resultan necesarios alrededor de 1,900,000 votos para ganar en primera vuelta. Partiendo de que el PLD obtenga 1, 418,000 que fue lo que sacaron en las municipales, en donde le buscaron votos a la tolda morada más de 3 mil candidatos, todavía le faltarían más de 450 mil votos adicionales para ganar las elecciones.
No importa lo que hagan, ese es su techo porque al PLD de hoy solo le queda el voto patrimonial y una parte del voto asistencialista, y digo una parte porque el que recibe una ayuda social le da tanta importancia a quien se la dio como el que se la va a mantener después de la elecciones. Los morados al día de hoy no tienen un solo voto de simpatía popular. No es una exageración, cualquier lector del presente artículo, si quiere comprobar lo que aquí digo, sólo tiene que hacer su propia encuesta y se dará cuenta que de cada 1O ciudadanos afirmen votarán por Gonzalo Castillo, todos tienen algún tipo de vínculo beneficio-directo con el gobierno.
A esta suma lo más que se le podrá aumentar son 100 mil votos, que a efecto de la operatividad del día D los pueden conseguir en el «voto chatarra». La suma de todo lo aquí expuesto sería su mejor escenario y eso, partiendo del hecho de que casi ninguno de los votos comprometidos en el PLD votase por Leonel, algo definitivamente muy, muy improbable.
El PLD gobierno solo sería mayoría con los votos de la FP y aliados, cosa difícil porque la cúpula palaciega ha dinamitado todos los puentes del entendimiento y porque todavía le queda mucho de dignidad al ex presidente Fernández.
Si todavía le queda algún respiro al tan desvencijado proyecto gubernamental está en el hecho que Leonel, agradecido con las bases que lo hicieron presidente 3 veces, ante el hecho de no poder clasificar por la imposición odiosa del gobierno de su Delfín, se neutralice en una segunda vuelta, como un acto de renunciamiento a favor de las bases del PLD; o que sumado esto a los errores tácticos del PRM de querer obligar a un respaldo de 1era. vuelta a la dirigencia de nuestro polo, más el miedo a entregarle un país en crisis a Luis y su equipo sin experiencia de Estado, solo así se salvarían de una derrota humillante.
Aquí hay 3 fuerzas, no dos; el posicionamiento electoral no importa, porque se gana con más del 50% y el que no los tenga no gana. Hoy por hoy, solo el que pueda lograr un acuerdo entre dos de los tres bloques que van a contender el día 5 de julio en 2da. vuelta puede llegar a subir las escalinatas del Palacio Nacional.
La política del exterminio, del rodillo solo hace más fuerte a los que ellos creen que son más débiles. Ni todo el poder ni todo el dinero los puede comprar a todos, porque hay muchos que su lealtad no está en venta, pero todavía peor para aquellos que creen que la política de acorralamiento dará frutos. Están muy equivocados, la prueba palpable la vivimos en el PRD en carne propia, con la lección del 94-96 muy bien aprendida y que nos hace rememorar un consejo que antes de fallecer le dio a mi padre su gran amigo el ex presidente de Costa Rica, José –Pepe- Figueres sobre su relación frente al Dr. Balaguer. Le dijo: «José Francisco amigo, cuando a tu enemigo le cierres la puerta, ábrele la ventana.»
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