Por Ken Bredemeier
Redacción (VOA).- El número de solicitudes para beneficios por desempleo descendió de nuevo la semana pasada en Estados Unidos, mientras muchos empleadores comienzan a reabrir sus comercios lentamente tras el levantamiento de las medidas tomadas por el coronavirus, informó este jueves del Departamento del Trabajo.
Sin embargo, a pesar de que muchas tiendas, restaurantes y negocios han recibido de vuelta a sus trabajadores, 1,88 millones de estadounidenses presentaron solicitudes por desempleo, en una nueva señal de que el COVID-19 aún sigue causando estragos en la economía.
Fue la cifra semanal más pequeña desde mediados de marzo, pero en total 42,5 millones de trabajadores han solicitado compensaciones, más de una cuarta parte de la fuerza laboral de 164 millones de personas de Estados Unidos.
Incluso, el número real de desempleados se desconoce, ya que muchos que solicitaron beneficios en las semanas anteriores han regresado a sus trabajos.
Los gobernadores de los 50 estados han comenzado a aliviar las restricciones a los negocios, con limitaciones que varían entre condados, ciudades y regiones.
La tasa de desempleo en abril fue de 14,7 %, y el gobierno divulgará la de mayo el viernes, que algunos economistas calculan en alrededor del 20 %.
Con las protestas masivas por la muerte de George Floyd, la atención en el desempleo se ha desviado en las últimas semanas.
Algunos legisladores han estado considerando aprobar una legislación que otorgue a los trabajadores que regresen a sus empleos una prima de 1.200 dólares como incentivo para que abandonen los beneficios por desempleo y regresen al mercado laboral.
El coronavirus ha afectado más al comercio, con más de dos docenas de compañías que presentaron protección por bancarrota en mayo y algunas que anunciaron que cerrarán permanentemente.
El gobierno dice que la economía estadounidense se contrajo en un 4,8% en el primer trimestre, pero eso fue antes que todo el impacto de la pandemia se hiciera aparente en el siguiente período de abril a junio.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha advertido que la economía podría sufrir una recesión de varios años si no se autoriza más ayuda para los trabajadores.
Sin embargo, el presidente Donald Trump y los legisladores republicanos no son partidarios de más asistencia del gobierno hasta que pueda determinarse si la que ha sido aprobada está ayudando a la economía.
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