“El rumbo a descubrir no está en nuevos caminos, sino en ver con nuevos ojos”. Marcel Proust, novelista francés.
“Educados, respetuosos, simpáticos, gentiles, honestos, ausentes de egos y de auto compasión, no son vanidosos y suelen observar más allá de lo que tienen ante sí”. Estas son algunas de las características que el escritor ruso Antón Chéjov, señaló sobre quién es una persona culta.
¿Cuántas personas que conocemos tienen estas características?. Yo podría decir que tengo muchos amigos cultos, sin embargo, carecen de una o dos de las que Chéjov nombra. Por lo general fallan en la vanidad o los traiciona el ego.
Ser culto no es un atributo fantástico ni nada galáctico, se requiere mucha lectura y buena memoria. Cualquiera podría pasar por serlo… sin embargo, no todo el mundo cumple con todos los atributos que señala Chevoj.
La suma de todos ellos yo la resumiría con una palabra, “clase”. El problema de “tener clase” es que a veces esta viene dada en el nacimiento como un “gen” natural y no todas las personas con “ese garbo” tienen la disposición de educarse intelectualmente para ser catalogados de cultos, por lo que deberíamos descartar la clase y quedarnos con lo dicho por Chekov.
Según la definición de Chekoj, y la “observación” mía, 97% de todo el que se nos cruza por delante, carece de por lo menos uno de estos calificativos. El 3% restante se divide entre; uno, que está “intentando” ingresar al prestigioso grupo, pero se deja arrastrar de vez en cuando al 97% por no discernir como se esperaba que lo hiciera una mente “sensata”. El otro, se debate entre la mundanidad del 97% y lo engorroso de pertenecer al exclusivo club en donde, uno, tiene que “tener” algo de “clase”.
El uno por ciento que queda, por lo general está ocupado por un individuo, que como dice Chejok, “suele observar más allá de lo que tiene ante sí” por lo que, sin darse cuenta, se convierte en un crítico que busca “abrir los ojos” y eso no lo perdona el 97% que lo califica de “chismoso”…descalificándolo en el acto!…
Ciertamente esa mayoría absoluta del 97% es la que hace ciudades, elige presidentes, asiste a todo tipo de religión o secta, se involucra en guerras, dirige bancos, manipula la prensa, elabora virus, fabrica bombas, destruye ciudades, devora animales, contamina el aire, y odia a esos 3 que, como cita Proust, “tratan de ver con nuevos ojos”.
En verdad encontrar a una persona culta que cumpla con las observaciones de Chekof, son tan escasas que habría que calcular el porcentaje de una por cada diez mil, más o menos, de todas formas, aprender a ver con nuevos ojos y a observar más allá de lo que tenemos antes nosotros, es una buena forma de comenzar…hablando de eso, ¿notaste las diversas formas en que escribí Chejov? Si no es así, bienvenido! Usted, al igual que yo, formamos parte del club 97%…salud!!. Mínimo Caminero.
No se olvide de adquirir a Patricio.
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