Santo Domingo (República Dominicana).- El presidente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, Eleuterio Martínez, aseguró que hay «manos ocultas» en casi la totalidad de los aproximadamente 591 incendios que han ocurrido en lo que va del año 2023, los cuales han quemado unas 74.000 tareas de bosques.
Martínez calificó como delicada la situación generada por los incendios en la zona de Valle Nuevo, en Constanza.
«Los incendios espontáneos no ocurren, no aparecen, el 95%, por poner un número, yo diría el 96%, 97% se deben a la mano humana, sabes porqué, porque para que un fuego aparezca de forma natural, tiene que ser por un rayo que caída en una planta que sea pirofilita, que se enciende rápida y fácilmente», argumentó el ambientalista entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa «Esferas de Poder», que se transmite los domingos por RNN Canal 27.
Comentó que no recuerda la última vez que un rayo haya provocado un incendio en la Cordillera Central, por las pocas veces que puede darse el caso y agregó que «no es cualquier cosa, ardieron 74.000 tareas entre Valle Nuevo Padre Las Casas, Valle Nuevo-Las Cuevas, Valle-Nuevo-Guayabal».
«La mayor parte de los incendios ocurren porque los campesinos comienzan a preparar la tierra en la época de sequía antes de que llegue la lluvia», agregó al señalar que eso significa que en los meses de enero y febrero son relativamente secos por el invierno y en marzo se espera la llegada de las lluvias por la entrada de la primavera.
El presidente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana insistió en que los incendios no son espontáneos, y según asevera, son provocados, quizás de manera no intencional, pero son fruto de inobservancias.
Manifestó que durante un recorrido realizado observó los estragos ocasionados por los fuegos forestales en la Cordillera Central, y dijo que desde enero a la fecha es que se han dado la mayor cantidad de incendios de comienzos de este siglo.
Martínez dijo que el río Mao, uno de los de mayor estabilidad en su cauce por la buena cobertura en su cabecera, ha sufrido una considerable cantidad de incendios en la cuenca de captación.
Recordó que el primer gran incendio ocurrió en el 1983, cuando se quemaron 55.000 tareas en tres días, fundamentalmente en la cuenca del río Nizao, lo cual causó una alarma nacional, y el otro se produjo en el 2005, hacia la Cordillera Central, llegando hasta el Pico Duarte.
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