Algunos de los que hablaron en la protesta-concierto del viernes dieron la impresión de que bajaron de Las Manaclas o de la Sierra Maestra con barba y fusil, o de que han tenido un historial de lucha que contarlo llevaría muchas horas, pero solo fueron simples mortales que disfrutaron de sus 15 minutos de gloria.
En ese espectáculo se congregó una muchedumbre sana, en su mayoría de jóvenes indignados por la suspensión de las elecciones de febrero 16, pero que no estaban ahí para congraciarse con ningún candidato o partido, sino para reclamar el esclarecimiento de ese infausto suceso y defender la democracia.
Porque han logrado alguna notoriedad en las redes sociales con sus decires estrambóticos, algunos individuos llegaron al colmo de pedir dinero sin que nadie lo autorizara dizque para financiar una actividad que posiblemente fue costeada por titiriteros.
A la democracia le hace bien que los millennials se interesen por la actividad política y que muestren un nivel de conciencia social que supere la frivolidad de los mensajes de redes y que sirvan de valladar a los exabruptos de los gobiernos, clase política y grupos fácticos.
Hubo gente huérfana de autoridad moral que irrespetó a la concurrencia al pretender descalificar a un liderazgo disperso en Gobierno y oposición, que con su trabajo han ayudado a consolidar la democracia política, sin dejar de admitir que muchos dirigentes o líderes han faltado a la confianza ciudadana.
A la sociedad le hace bien que los millennials se interesen por la política.
Los artistas tienen la virtud de interpretar los anhelos, esperanza, alegría o tristeza de los pueblos, pero deberían saber que la política también es un arte, por lo que no deberían discriminar cuando la nación necesito su concurso cuando intereses extranjeros zarandearon la soberanía nacional con el tema haitiano o cuando el turismo fue objeto de escarnio foráneo.
Líderes ni partidos pueden ni deben sacar provecho de una de las más altas expresiones cívicas que ha impulsado la juventud, que en sus reclamos de que se aclare lo relacionado con la suspensión de las elecciones, no ha solicitado auxilio ni asistencia del liderazgo partidario.
La democracia que hoy se defiende ha sido la conjunción de mucha sangre, sacrificio y lucha de varias generaciones, incluida la nuestra, por lo que no podemos aceptar que ningún cómico, influencer, bloguero, youtuber o comunicador pretenda incurra en descalificaciones afrentosas o infamantes.
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