A Pleno Sol
La lucha contra la delincuencia exige mayor vigilancia, más agentes en las calles y el uso de tccnología de punta. Sin estos ingrediente ningún método que se tome dará resultados. Inclusive, es discutible el llamado a prohibir la circulación de vehículos de dos ruedas en la noche-madrugada.
La comisión de actos reñidos con la ley, desborda a los moto-conchistas. Tienen lugar de diferentes formas. Pero hay que estar consciente que la motocicleta puede sortear las calles entaponadas y ser difícil de detectar y detener a sus ocupantes.
La motocicleta es un medio de transporte, sea en el concho o particular, del que se auxilian los de menos recursos y que no pueden adquirir un carro.
Tomar una medida que hace pensar en la desesperación no tiene razón de ser, más todavía cuando se le ha dado largas al simple control del moto-concho, una anarquía total en calles y avenidas.
El transporte en motocicleta debe ser de 24 horas, lo que tiene que haber es la tccnología aplicada a detener a los criminales. También hay que depurar el moto-concho, que es una anarquía total.
Inclusive líneas de carros públicos que se convirtieron en corredores, o sea transporte en guaguas, hoy son copadas por el moto-concho sin que nadie tome las acciones de lugar.
La utilización política de los moto-conchistas dio paso a la anarquía de este sector. Hoy no están regulados, no tienen placa, no tienen identificación y se mueven por toda la ciudad sin saber sus intenciones.
Antes de prohibir la circulación general de motocicletas en la noche-madrugada, hay que hacer un estudio sobre los motonchistas, en forma seria y objetiva. Que no haya privilegios con nadie porque esa ruta pertenece a un partido determinado.
Ya hay fracasos sonoros, de los que plantearon que los motoristas solo podían transportarse ellos, y un pasajero. Con el transporte en dos ruedas viajan hasta tres en un motor sin cascos protectores, y sin el conductor tener identificación.
Del moto-concho y los que entregan mercancías a domicilio hay que tener cuidado. La misma informalidad y falta de identificación los hace peligrosos en extremo. Esta después la desatención de las autoridades que no le dan importanca a las violaciones a las leyes.
Que nadie se ponga a cubierto con el estribillo de que es padre de familia. Todos tienen que cumplir con la ley, con familia o sin ella. Antes de prohibir la circulación del motoncho, hay que reorganizar las rutas e identificar a los conductores de vehículos de dos ruedas.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).